Ser Artista en Chile: ¿Un Lujo?

He aquí el testimonio de esta bloggera que desaría ser artista...

Hace tres años, cuando iba en la universidad, recién ahí me di cuenta que mi camino iba por lo artístico. Fue cuando cursaba unos talleres extraprogramáticos de Dibujo y Pintura al Óleo, en paralelo con la carrera de Tecnólogo en Diseño Industrial. De ahí le tomé el gusto al arte y me ha servido como manera de expresarme.
Pero aún me faltan cosas para seguir avanzando en el camino a ser artista consagrada. Las metas principales son encontrar una buena escuela donde perfeccionarme y tener mi propio taller. En lo material, los gastos grandes serían, entre otros, comprar un scanner para digitalizar cada obra. Y los gastos pequeños corren por mi cuenta, como cartulinas, pinceles y lápices.
Pero una vez tuve la ocurrencia de preguntarle a alguien relacionado con mi ex-carrera (que a quien prefiero no especificar) si realmente es difícil para mí ser artista. "No creas", me dijo, "existen artistas como Cienfuegos (el pintor)". Como si fuera tan fácil ser un gran exponente del arte chileno.
¿La verdad? No me interesa ser artista de alta alcurnia, como María Gracia Subercaseaux (quien aparece hablando en un spot de un automóvil Mercedes Benz, últimamente). Sólo quisiera consagrame por mis propios méritos.

Este caso me ha llevado a pensar en lo difícil que es para algunos/as desarrollarse en alguna carrera artística. Y no hablo sólo de artes plásticas (desde dibujo hasta escultura, incluso arte digital): también cuentan la literatura, la danza, el teatro o la música, entre otros.
Por años, se le ha visto al arte como un lujo, en muchos casos relegado a la categoría de hobby. ¿Pero qué sucede si se nace con esa vocación? En una sociedad como ésta, no es fácil ser sólo artista (salvo notables excepciones), hay que dedicarse a una profesión que sea rentable (según las exigencias personales, de la familia o del medio en el cual se desarrolla tal persona). Y hay casos de jóvenes que fueron a estudiar una carrera tradicional o algo que les asegurara trabajo y buena situación económica. Pero es frustrante ver a estudiantes de carreras que realmente no representan su vocación, pagando ese precio (tanto moral como económico) para conseguir ese bienestar económico que les ayudaría a ser personas independientes y exitosas (con o sin familia propia en sus planes futuros). Una carrera por el éxito que se ha reducido a subir el status (o tratar de conseguirlo).

O, también, viendo las páginas de vida social (de alguna revista o diario) donde aparezca alguna exposición, se puede apreciar más a la gente que va a ver dicha muestra que a la persona que expone sus obras. Con suerte, hay una foto de quien expone y, a lo más, una de sus obras. ¿El resto? Es un desfile de gente ABC1, amigos/as de las cámaras, socialités, supuestos/as interesados/as en los panoramas artísticos. ¿Hay en esos medios un verdadero interés en el arte? Seguramente no. ¿Se ha vuelto elitista el arte en este país? Puede ser.

El tema está abierto para que comenten...

(PD: Por si acaso... En mi familia sólo quieren verme feliz en lo que me proponga hacer con mi vida personal)