¿Quiénes Deberían Merecer su Buen Relajo?

Es totalmente cierto que el trabajo dignifica al ser humano. Es el sustento de muchas familias en toda sociedad.
Pero llega un punto en que el trabajo, sin descanso, desgasta a quien lo ejecuta.

Toda la gente que trabaja debería tener su legítimo derecho a relajarse con todas las de la ley... Pero los precios de estos centros de relax (como masajes, spa y todos esos) están pensados más bien para la gente que ocupa cargos altos en las empresas. Además de que la gran mayoría de éstos está ubicado en el sector oriente, o más bien en sectores de mayores ingresos...

¿Y cuál es la realidad de la persona que se sacrifica trabajando? El obrero, la asesora del hogar, la persona que trabaja por encargo... en general, la persona que trabaja siguiendo un horario fijo y con sueldos muchas veces insuficientes, termina cada día cansada, tanto física como mentalmente. Tanto así que ni siquiera dan ganas de compartir con la familia, con amigos/as, o bien, teniendo sus momentos de bienestar personal.

¿Tan caro cuesta una buena sesión de masaje? Para un gerente no, pero para el obrero o la mujer trabajadora (y también estudiantes) resulta casi una utopía.
Tengamos bien en cuenta esto: El stress no discrimina clases sociales. Es cosa de ver quiénes hacen todo el trabajo (la fuerza laboral). Y después nos andamos quejando de las licencias y todo lo que acarrea el exceso de trabajo (lo cual termina en consecuancias nefastas para quien trabaja y para su entorno).

No resultaría descabellado (para nada) pensar en una buena solución para la gran masa que trabaja y/o estudia. ¿Una buena sesión de masajes a la semana, por lo bajo? Puede ser. Así nos evitaríamos fatiga mental, problemas intrafamiliares, depresiones y todo tipo de problemas ocasionados por exceso de trabajo.

Por mientras, buscamos algún método de relajarnos, en el tiempo libre (horas, días y vacaciones). De alguna forma hay que contrarrestar el cansancio físico y mental.