martes, 29 de julio de 2008

Cuándo un Trío es Realmente un Power Trío

Para formar un grupo, la cantidad de integrantes no necesariamente es un requisito, aunque pueda ser determinante para el estilo musical. Hemos visto dúos que suenan como bandas completas, hombres o mujeres-orquesta que se las arreglan para producir sus canciones, agrupaciones numerosas (más de cinco integrantes, incluso hasta superando los 20) que crean murallas de sonidos. Pero una de las formaciones igualmente respetadas y populares como las otras es la del trío. En muchos casos, consta de guitarra, bajo y batería, siendo vocalista quien toca uno de los instrumentos de cuerda. Pero también hay tríos que experimentan con otros instrumentos, incluso con sólo dos músicos y un/a vocalista que se desplaza por el escenario. Por la trayectoria, la fuerza escénica y otros elementos, al trío se le adjudica la categoría de power trío.

Vamos viendo algunos ejemplos antes de decidir cuáles merecen ser Power Tríos...

La clásica instrumentación de algunos tríos es guitarra-bajo-batería, más la voz. Por un lado, están los tríos liderados por cantante-guitarrista, como es el caso de ZZ Top, The Jimi Hendrix Experience, Nirvana, Yo La Tengo, Green Day, Placebo, Muse, Wolfmother, Divididos, Soda Stereo y Os Paralamas do Sucesso. Por otra parte, están los tríos liderados por cantante-bajista, teniendo por ejemplos a Rush, The Police, Primus y Los Prisioneros.

Pero no es tan necesario el bajo o la guitarra para que tres músicos le den su estilo. Un saxofón en vez de guitarra es el sello distintivo del trío Morphine, que funcionaba con batería y con la voz y el bajo de su líder Marc Sandman, fallecido en 1999. Desde Inglaterra, los Cocteau Twins desarrollan su propuesta con un guitarrista-tecladista (Robin Guthrie), un bajista-programador (Simon Raymonde) y su inconfundible y celestial vocalista Liz Fraser. La banda británica Keane desarrolla sus canciones con un pianista-tecladista (Tim Rice-Oxley) que suple con creces la ausencia de bajo y guitarra. Los neoyorkinos Yeah Yeah Yeahs no tienen bajista, pero con la guitarra y la batería pueden componer una música tan simple como directa, lista para que su vocalista Karen O le dé rienda suelta a su performance sobre el escenario. Y el caso de The Gossip es también con una vocalista sin instrumento (Beth Ditto), acompañada de una baterista y de un músico que alterna guitarra y bajo sin problemas.

En Chile no son muchos los tríos. Por mencionar los más conocidos, Los Prisioneros, De Saloon o Lucybell, éste último formado a partir de un cuarteto. Pero hay casos de tríos chilenos que no necesariamente fichan con grandes sellos o tocan en escenarios más amplios, como es el caso de Golem (el grupo donde toca batería Olivia Alarcón, hija de Florcita Motuda).

Ya hemos mencionado a varios tríos musicales. Pero la gran interrogante es: ¿Cuándo un trío se convierte en Power Trío? Da lo mismo si es chileno o internacional, lo que importa es que ese trío tenga los méritos para quedarse con ese apelativo. Puede tener la trayectoria de Rush, el desgarro de Nirvana, el inconformismo de Los Prisioneros (en su mejor momento), la fuerza escénica de Muse o la ilimitada experimentación de Primus, por mencionar algunos factores. No cualquier trío nace con la etiqueta del Power Trío puesta desde que nace, se la tienen que ganar a costa del esfuerzo y la creatividad. Y después de unos buenos años de carrera, trabajando constantemente para no sonar predecible, el trío gana el respeto y la admiración de la crítica y los/as fans, sea una banda independiente o de gran sello.

Y justamente Matthew Bellamy, voz/guitarra de Muse, explicó en la Rolling Stone: "Me parece que cuando en la banda hay más de tres o cuatro integrantes, se pierde claridad y simpleza". Estemos o no de acuerdo con el músico inglés, lo que sí es cierto es que en estas bandas se puede apreciar claramente el aporte de cada integrante sin que uno opaque al resto. Aunque, claro, en varios tríos hay un integrante que es fundamental, al igual que en bandas más numerosas, que marca mayor presencia, sea con su voz, sus letras o algún instrumento.

sábado, 5 de julio de 2008

Odios y Pasiones en la Crítica Musical

¿Qué es un crítico musical? Como puedo definirlo, es un nexo entre el músico y el fan. Puede no pertenecer a una banda y/o componer música, pero comunica sus conocimientos como si fuera un/a fanático/a musical. La diversidad de críticos musicales comprende variantes desde el periodista serio hasta el músico frustrado (hecho que le sacan en cara sus detractores/as). Un buen crítico se puede preciar de tal si tiene conocimientos del tema, siente pasión por lo que realiza y fundamenta sus comentarios (positivos o negativos) con argumentos convincentes. Pero no hay que confundir: Hay críticos/as de verdad (escriban o no en medios de prensa) y gente que se las da de críticos/as.

Al momento de leer las críticas musicales, nos encontramos con ambos extremos (subjetivos, por cierto), positivos y negativos. ¿Cómo reacciona el lector o lectora promedio? Si es negativa, lo más típico que pueden contrarresponder es "ya pues, toma la guitarra y a ver si puedes hacer música"; así como le pueden encontrar la razón. Si es positiva, a quien lee le puede simpatizar o también generar antipatía, del tipo "ya, este compadre seguro que carretea con el vocalista". Y hay también grupos o solistas que nunca generan un consenso entre el universo de críticos/as.

Por mencionar una banda que nunca generará una postura neutral ante la crítica: Radiohead. ¿Qué pasa con ellos? Desde que salieron con su single "Creep", el comentario más lapidario decía que "van a ser otro One Hit Wonder". Error. La banda inglesa lanzó posteriormente su álbum The Bends (elegido uno de sus mejores discos) y sepultó opiniones como la antes mencionada. Ahora, cuando pasó más de una década desde el primer single, Radiohead sigue cosechando admiración y repudio entre la crítica. Por un lado, están los/as que comentan que estos cinco músicos "están sobrevalorados". Por otro, los/as que aseguran que los de Oxford "son la mejor banda de la década". En algunos comentarios queda en evidencia que, detrás de lo positivo o negativo de éste, su autor/a ama u odia a Radiohead. Y cuando se enfrentan autores de ambos bandos, la discusión llega a arder casi como Troya, como sucede, por ejemplo, en este foro de Radio Horizonte.

Aplíquese el caso anterior también a The Beatles, Pink Floyd, The Police, Red Hot Chili Peppers, U2, Smashing Pumpkins, R.E.M., Oasis, Coldplay o incluso los Arctic Monkeys, por mencionar algunas bandas. Y de Latinoamérica, podemos mencionar a Soda Stereo, Los Prisioneros, Los Tres, Lucybell, Julieta Venegas, Babasónicos o Los Bunkers (y podríamos seguir con Gepe, Javiera Mena o Francisca Valenzuela). Todos ellos comparten el factor de ser muy bien reconocidos en la crítica musical, pero que generan algún grado de antipatía por parte de un sector de ésta.

Y un detalle importante en las críticas de discos (y se puede aplicar a todo tipo de críticas, como las de películas, libros y DVDs). ¿Notan que en algunos medios usan números o estrellitas para calificar de buenos o malos? Generalmente, las escalas utilizadas son de 1 a 10 (nota o cantidad de estrellas), 1 a 7 (nota, incluso con decimal) o de 1 a 5 estrellas (incluyendo la media estrella, como en el caso de Rolling Stone). Pero hay medios que no usan las estrellas o notas para la crítica, como Rockaxis. Recuerdo un comentario (no recuerdo quién era, pero es chileno) que dijo "no me gustan las críticas con números o estrellas, porque anulan la lectura" (¿están de acuerdo o no?). Y es por este factor, las críticas de discos, que a mucha gente se les cayó cierto medio, por mucho que sea la Rolling Stone con sus años de trayectoria.