miércoles, 10 de octubre de 2012

La Última Espera al Show de Kasabian



Qué tal, estimados/as, soy yo interrumpiendo la selección de 1997. Es por una razón muy especial, un concierto que esperé por años hasta que al fin se confirmó. Recién el 25 de Agosto pasado, tras la insistencia del Grupo de Facebook de sus fans, la banda inglesa Kasabian confirma recital en Chile, para este 16 de Octubre. Ya tenían fechas agendadas en Perú (13 de Octubre) y Argentina (18 de Octubre), y justo entre esas dos tenía que suceder el milagro chileno. Hasta que un SMS de mi Luis Alejandro, enviado a las 10:23 y que recién pude revisar y responderle a las 14:59 (tras un break en mi trabajo) me confirmó la noticia: La banda responsable de Club Foot agendó un concierto en el Teatro Caupolicán, Santiago de Chile. Y ya con sueldo en mano, le pasé un poco de dinero para comprar el pase a esta cita con la inspiración musical. Sólo ocho días después del aviso, 2 de Septiembre de 2012, Luis Alejandro me entregó dos compras del FeriaMix: un grandes éxitos de los Foo Fighters y la entrada a platea alta para este show del 16 de Octubre.

Así como lo hice antes de ir a ver a Radiohead (Marzo de 2009) y Foo Fighters (Abril de 2012), me doy el gusto de escribir sobre esta banda que me inspiró la segunda parte de mi nickname bloggero. Es una historia que comenzó en 2005, cuando la Radio Rock & Pop tocó el single Processed Beats. No tardaría en aparecer un segundo single, Club Foot. En ese entonces, Kasabian apareció en medio de una escena donde brillaba el pop de piano de Keane, el tercer disco de Coldplay (para algunos, el comienzo del declive del grupo), el revival elegante y bailable de Franz Ferdinand y el exitoso segundo álbum de Gorillaz, entre otros. Mientras tanto, en Estados Unidos irrumpió el synth-rock glamoroso de The Killers y una rivalidad con The Bravery (que todos sabemos cómo terminó) y The Strokes seguía cosechando el éxito de su garage rock bien vestido. En ese entonces, esta banda de Leicester, Inglaterra, tomó elementos de Oasis, The Rolling Stones y Primal Scream y los hizo propios. Todo eso me motivó a comprar el primer disco de Kasabian, tras dudar entre éste y los debuts de The Killers y Keane, una tarde en la Feria del Disco (actual FeriaMix) del Apumanque.

Admiré mucho ese disco debut, el del encapuchado, ése que trajo los ya mencionados Processed Beats y Club Foot, aparte de otros singles como Reason is Treason, Cutt Off y L.S.F. (Lost Souls Forever). A esto se sumó el hecho de que MTV aún pasaba buenos videos, entre ellos los de Kasabian. Y además me puse a investigar sobre sus integrantes, hecho que me hizo descubrir que nacieron a comienzos de los 80's, siendo de la misma generación que yo (1981). Todo esto me dejó entusiasmada para recibir nuevas noticias y canciones del segundo disco de los de Leicester. Como guinda del pastel, desarrollé una obsesión por dibujar a Tom Meighan (vocalista), Sergio Pizzorno (guitarrista y segunda voz), Chris Edwards (bajo) y Christopher Karloff (guitarra y sintetizadores), la formación de ese entonces. Así lo pueden ver en el Flickr enlazado en la columna derecha de este blog.

Era 2006 y Matilda Svensson dio a conocer una noticia en la Rock & Pop que me dejó preocupada: Chris Karloff deja Kasabian por diferencias creativas. En este caso, las diferencias las tuvo con Sergio Pizzorno (también llamado Serge), el otro cerebro del grupo. Esto influiría en Empire, el segundo álbum, que además de Sergio, Tom y el Chris bajista, contaba con Ian Matthews, uno de los tres bateristas de sesión del anterior disco. Pero además, Ian se convirtió en integrante oficial. En lo personal, odié a Rolling Stone por su crítica donde vapuleó al disco (como apasionada Escorpión que soy), y especialmente por ser la misma revista que le rinde culto a Shakira y a Fergie (y no sólo por lo musical, chicos/as). Muy madre de las revistas musicales será, pero no toda madre es digna de respeto. Yo esperaba que se revirtiera esa situación, mientras tanto, aparecieron los singles Empire, Shoot the Runner y Me Plus One de este segundo disco.

La salida del tercer álbum, West Ryder Pauper Lunatic Asylum (2009), potenciado por la rotación de singles como Underdog y Fire, me hizo pensar en que Kasabian desterró el temido síndrome del segundo disco, tras la crítica que recibió mal a su predecesor Empire. A este fenómeno contribuyó el spot de Sony Bravia protagonizado por el futbolista Kaká, donde Underdog sonó de fondo. Años después, la canción Fire apareció en un spot de la Premier League 2010-2011, donde se desplegan por toda Inglaterra las banderas de los principales equipos. Y así lo hizo Radio Horizonte con la difusión del West Ryder y de Velociraptor! (2011), el cuarto disco de los de Leicester, del cual ha sonado Days Are Forgotten. Y así se han logrado posicionar como una de las bandas más importantes de lo que corre del siglo XXI.

Aparte de sus canciones, Kasabian tiene algo que me ha cautivado por estos siete años: su personalidad (individual y en conjunto) y sus edades. Primero tenemos a Tom Meighan, un vocalista muy carismático, que a pesar de no tener un registro vocal muy sobresaliente, se defiende con su actitud desafiante, sus ácidos comentarios y la elección de su vestuario. La otra mitad de este dúo principal es Sergio Pizzorno, que le hace contrapeso melódico a Tom con su voz y lidera al grupo con su Rickenbacker roja y blanca, además de la preocupación por su look (¿cierto, chicas?). Se les suele comparar con Liam y Noel Gallagher, pero a diferencia de los ex-integrantes de Oasis, Tom y Sergio no se pelean ni se opacan entre sí, sino que se admiran como buenos amigos. Completa la formación de Kasabian lo que denomino el "elemento neutro", conformado por Chris Edwards e Ian Matthews. El bajista y el batero son el opuesto a Meighan y Pizzorno, son algo quitados de bulla, pero siempre atenderán a quien los entreviste. Si bien Tom y Sergio suelen posar en primer plano o solos, destaco el afiche del concierto por ponerlos a ellos junto con Ian y Chris, los cuatro a la misma distancia de la cámara. Y a esto, sumemos que tres cuartos de Kasabian vienen a Chile con 31 años cumplidos, mientras que Matthews aporta la experiencia de sus 41, subiendo el promedio de edad de la banda.

Y esas razones establecen mi defensa a Kasabian. En la época del Empire hubo muchos críticos que los vilipendiaron, pero el tercer disco los hizo avanzar un paso más allá. Es verdad, puede que en Chile no sean muy masivos, que no tengan la pomposidad de Coldplay, ni el brillante entusiasmo retro de Franz Ferdinand, ni el grado de devoción causado por los Arctic Monkeys, ni el virtuosismo épico de Muse
(que me perdonen los fans de estos grupos), pero los de Leicester suenan brutalmente honestos en sus cuatro discos y 13 años de carrera. Cito una frase de Sergio Pizzorno: "Ahora no necesitamos de una lupa para ver nuestro nombre en el cartel del Reading Festival". ¿Soberbia? Para sus detractores, puede ser. Como ven, han sido solicitados para tocar en importantes festivales de música, como el mencionado Reading o el Coachella. Y fueron elegidos para tocar en un recital del fin del año 2011, con un setlist que cumplieron al pie de la letra hasta llegar al conteo. Esa misma defensa fue más que evidente cuando publiqué en esta misma Casa Matriz un Corre Video dedicado a Kasabian en el mes de mi cumpleaños número 30, el año pasado.

Ya queda cada vez menos para encontrarme de cara con la inspiración. A ver desde la platea alta del Teatro Caupolicán a Chris, Sergio, Tom e Ian (de izquierda a derecha en este afiche). A pagar una deuda que tenía conmigo misma, el rendirle el máximo honor a mis ídolos co-generacionales tras siete años de escucharlos en la radio y en mi PC, además de cantar Club Foot en el Karaoke. A decir una vez más, tras la experiencia de Radiohead y de Foo Fighters, "yo estuve ahí". Y por cierto, mi Luis Alejandro será mi fiel compañero de ruta, para que disfrutemos juntos de la experiencia Kasabian. Sergio, Tom, Chris, Ian, nos vemos en el concierto. Y para coronar este escrito, en honor al pequeño imperio que seremos todos/as en el Caupolicán, les dejo con Empire en Glastonbury 2009. La actitud y talento de Kasabian, en la previa al show de este 16.



Saludos y hasta la próxima! Paz, hermanas y hermanos!



1 comentario:

Anónimo dijo...

Es el efecto que causa tener la posibilidad de estar con tu banda o artista favorito...lo mismo viví con Paul McCartney, en cierto modo.

No tardé, gracias a ti, en averiguar más de Kasabian...hay que reconocerles que tienen su sello aunque, por momentos, su estilo se me hace difícil de entender (estamos en los tiempos donde muchas influencias se cruzan).

(esa frase tuya de que "no toda madre es digna de respeto...¡directa al mentón!).

Creo que la suerte de bendición por parte de los Gallagher fue una suerte de catalizador de su fama actual que permitió sacar de la lupa su calidad musical...puede que no sea algo de masas, pero eso no quita que haya talento.

Besos, Musa Inspiradora...Te Quiero Mucho.