miércoles, 15 de agosto de 2012
Discos Quinceañeros: The Fat of the Land (1997)
Hola a todos/as! ¿Cómo han estado? Espero que bien. Es la séptima edición del especial de 1997, ese año del cual me di la tarea complicada de elegir sólo 15 discos que cumplieron 15 años este 2012. Para la categoría de Electrónica, tenía tres candidatos, pero por actitud y puesta en escena, me quedé con éste. Un grupo que combinó elementos del dance con el punk, generando un estilo agresivo pero a la vez bailable. Un tecladista es su principal compositor, pero la cara visible es un vocalista y bailarín que lucía como Krusty el Payaso en versión diabólica, además de un MC de raza negra. La idea funcionó en radios y discotecas, e incluso los trajo a Chile en 1998. En un capítulo de Discos Quinceañeros, es The Prodigy con su álbum The Fat of the Land, de 1997.
Iniciando la década noventera, justo en 1990, Liam Howlett se inició en el mundo de la música electrónica, e inspirado por su primer sintetizador, un Moog Prodigy, eligió la segunda palabra para el nombre de su proyecto. Este tecladista y compositor contó con dos bailarines, Keith Flint y Leeroy Thornhill, para su primera presentación como The Prodigy, en el Four Aces en Dalston, Londres. Sin formación estable, pero con mucho entusiasmo, Howlett compuso y lanzó los dos primeros discos de The Prodigy, Experience (1992) y Music for the Jilted Generation (1994), con aceptación de la crítica que buscaba ponerle nombre a ese género musical que sonaba punk sin dejar de pertenecer a las raves. Aunque el segundo álbum tuvo una aparición en el Billboard 200, faltaba algo para expandir su música fuera del Reino Unido. En 1996, Howlett entró a Earthbound Central, el estudio donde compondría el material para un tercer disco de The Prodigy. Para las presentaciones, el tecladista contó con los ya mencionados Leeroy Thornhill y Keith Flint, éste último como vocalista; más el MC Maxim Reality (nombre artístico de Keith Palmer). Dos hombres blancos y dos negros (incluyendo al bailarín Leeroy) estaban por consagrarse con este lanzamiento...
En la composición del tercer álbum de The Prodigy, Liam Howlett utilizó sus conocimientos del sintetizador a la par con samples que extrajo de diferentes canciones. Por mencionar algunas canciones: Smack My Bitch Up tiene el sample del tema Give the Drummer Some del grupo hip-hop The Ultramagnetic MCs. A la vez, un integrante del mencionado grupo, Kool Keith, prestó voces para otra canción del disco, Diesel Power. En Firestarter se escucha una guitarra del tema SOS de The Breeders; y el "Hey!" que se repite a lo largo es de la canción Close (To the Edit) del grupo The Art of Noise. Los efectos de sonido presentes en Breathe vienen del video Da Mystery of Cheeseboxin' de Wu Tang Clan. Y es posible encontrar hasta a Beastie Boys entre los samples que Howlett eligió para el disco: La voz que da título a Funky Shit viene del tema Root Down del grupo de New York.
Aparte de los teclados del compositor, varios músicos invitados aportaron para el álbum. Matt Cameron (Soundgarden, Pearl Jam) toca batería en la grabación, Tom Morello (Rage Against the Machine) hace una aparición estelar en No Man Army, Crispian Mills de Kula Shaker canta en la canción Narayan, y Saffron (Samantha Sprackling) de la banda pop Republica pone su voz en el tema Fuel My Fire. La voz femenina de Smack My Bitch Up es de Shahin Badar, quien a la postre recibiría su reconocimiento por la colaboración. El principal guitarrista es Jim Davies, quien tocó en casi todo el disco, a excepción del ya mencionado No Man Army y de Fuel My Fire, con guitarra de Gizz Butt. En los créditos de Serial Thrilla aparece Skin (Debora Anne Dyer), la voz del grupo Skunk Anansie. Y la producción e ingeniería de sonido corrió por cuenta del mismo Liam Howlett, compositor de casi todo el disco (¿Excepción? Vean créditos en Fuel My Fire, él ocupó los samples de esos autores). En algunos casos, el tecladista compartió crédito de composición con los autores de los samples, mientras que dos canciones fueron compuestas con Maxim Reality y una con Keith Flint. El título elegido es The Fat of the Land, en honor a una frase inglesa, "living in the fat of the land", que quiere decir "vivir bien o acumular riquezas".
En Marzo 18 de 1996 se liberó el primer adelanto de The Fat of the Land, el single Firestarter. Éste viene con un video en b/n de Walter Stern donde Keith Flint canta y baila en un abandonado túnel de Aldwych, London Underground; que causó controversias por ser considerado "muy terrorífico" para público infantil (reacción exagerada por MTV en este spot I Like MTV de 1999). Unos meses después, Noviembre 11 de 1996, The Prodigy lanzó otro single-adelanto, Breathe. Este video, también de Walter Stern, presenta el duelo vocal entre Keith Flint y Maxim Reality en una habitación sucia, donde un cocodrilo y unas cucarachas hacen de las suyas. En Junio 30 de 1997 se lanza finalmente el disco The Fat of the Land, vía XL Recordings en el Reino Unido y bajo el sello Maverick en Estados Unidos. Obtuvo varios #1 y certificaciones de ventas de Oro, Platino y superiores en varios países, incluyendo los #1 en el Billboard 200 y en el UK Albums Chart. Y el tercer single, lanzado en Noviembre 17 de 1997, es Smack My Bitch Up, que trajo controversias no sólo por su título y frase sampleada. El video del sueco Jonas Åkerlund es una noche de fuertes emociones, con drogas (inhalables e inyectables), peleas, vómitos, desnudos femeninos, sexo y un final que deja plop (Nota: si eres mayor de 18, tienes cuenta de YouTube y lees esto, puedes revisar este link para que juzgues). Toda esta acción en primera persona (cámara al hombro) fue calificada de misógina en su momento por la National Organization of Women (NOW), una entidad feminista de los EE.UU.
Ahora, la ficha técnica de rigor. Como podrán ver, en el tracklist adjunto no hay enlaces a video oficial. ¿La razón? Cada single aparece editado en su respectivo video. Aparte del enlace ya citado a Smack My Bitch Up en el anterior párrafo (4:38 contra 5:32 de la versión del disco), dejo los enlaces a videos oficiales de Firestarter (3:36) y Breathe (4:02). Y además, como los créditos de composición son numerosos, los incluyo junto a cada tema. Repasemos...
THE FAT OF THE LAND
The Prodigy
XL Recordings/Maverick Records
56:24, 1997.
Tracklist:
1. Smack My Bitch Up (Liam Howlett) - 5:42
2. Breathe (Liam Howlett, Keith Flint, Maxim Reality) - 5:35
3. Diesel Power (Liam Howlett, Kool Keith) - 4:17
4. Funky Shit (Liam Howlett) - 5:16
5. Serial Thrilla (Liam Howlett, Keith Flint, Len Arran, Skin) - 5:11
6. Mindfields (Liam Howlett, Maxim Reality) - 5:40
7. Narayan (Liam Howlett, Crispian Mills) - 9:05
8. Firestarter (Liam Howlett, Kim Deal, The Art of Noise) - 4:40
9. Climbatize (Liam Howlett) - 6:38
10. Fuel My Fire (Donita Sparks, Cosmic Psychos) - 4:19
Les acabo de dejar este trabajo controversial, intenso y altamente rítmico de la electrónica de 1997. Fue el salto de The Prodigy a las ligas mayores de esta corriente musical que hizo bailar a la gente en clubs o frente a su equipo de música, demostrando que son más que sólo beats y loops al azar. Y aunque tuve que dejar afuera a Homework de Daft Punk y a Dig Your Own Hole de The Chemical Brothers (una decisión que duele), rescaté The Fat of the Land por darle actitud punk a la electrónica. Y para coronar el post, les dejo a The Prodigy con Breathe en vivo en Chelmsford, 1997, con ese duelo entre Keith y Maxim, el blanco y el negro, en vivo para una gran multitud. Disfrutemos por los buenos tiempos del electro noventero...
Y bien, ya fue la séptima reseña de los Discos Quinceañeros. En unos días regreso con el disco número 8 de la lista de destacados de 1997. Hasta la próxima!
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1 comentario:
Tengo una sensación contrapuesta con The Prodigy...no hay que desconocer que son un gran aporte musical en cuanto a realizar un camino propio con la fusión de la electrónica con el punk. Pero de repente me queda la sensación que se quedaron con eso, que fue una gran explosión que dejó su huella, pero que no hizo una ruta.
Ahora, como bien dices, hay que reconocer que la actitud les dio mucha ventaja contra otros baluartes de la electrónica por esos años que buscaban revolución en las máquinas y nada más. Otro punto a favor es que vinieron a Chile estando en pleno auge...pocas bandas pueden decir lo mismo.
Y tal como pasó con Oasis, la clave del tercer disco sirvió para que The Prodigy diese un salto a la fama. A su vez, como pasa en la escena del hip-hop, The Prodigy tuvo colaboraciones que, de alguna manera, devolvería después. Y muy en el estilo de Molotov pero con aires más de discoteca, las creaciones de The Prodigy causaron controversia pero a ellos no les importó mucho.
Besos, Musa Inspiradora...Te Quiero Mucho.
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