Qué tal, estimados/as, acá expongo un nuevo tema en la Casa Matriz. Hace unos días, mi querido Luis Alejandro vio alguna nota sobre el aniversario número 65 del Bikini, ocurrido el 5 de Julio de 1946. Y me he puesto a investigar y sí, es todo un mundo alrededor de estas dos piezas que usan muchas mujeres y seducen a buena parte de los varones. ¿Y por qué ha de llamar la atención el tema a una mujer que no usaría nunca un Bikini en público? Porque es un referente de la moda, tal como Mary Quant y su invención de la minifalda en los 60's (otra más a quien darle las gracias, caballeros), que nunca deja indiferente, desde los '40 hasta la actualidad, considerado polémico y sensual a la vez. Aunque sea verano en el hemisferio norte, donde se ven muchos Bikinis, mientras acá en el hemisferio sur pasamos los fríos invernales, he aquí la historia tras el famoso bañador de dos piezas.
Un antecedente del Bikini se da en el antiguo mundo greco-romano, donde se hallaron unos mosaicos que datan del primer cuarto del siglo 4 D.C. En esas ilustraciones, encontradas en Villa Romana del Casale, Sicilia, se muestran unas diez mujeres haciendo ejercicios con unos diminutos trajes de dos piezas, que cubren justamente sus partes privadas. Luego eso derivó, varios siglos después, en 1907, en el prototipo del diseñador Carl Jantzen, un traje compuesto de mini-shorts y un peto. Hasta la década de los 40's, ese diseño fue reduciendo su tamaño. Pero faltaba algo más que lo hiciera icónico...
Es 1946 y el ingeniero automotriz francés Louis Réard quiso incursionar en el diseño de vestuario. Tras ver los primeros diseños para los bañadores de dos piezas, muy anticuados para esos tiempos, Réard compitió con su rival Jacques Heim para diseñar "el traje de baño más pequeño del mundo". Primero Heim desarrolló su prototipo, llamado "átomo", el cual promocionó con la frase ya citada. Pero Réard introdujo su diseño, notoriamente más pequeño que el de su rival, con un sostén y dos triángulos de tela unidos por una especie de puente, a modo de calzón. Fabricado con tan sólo 194 centímetros cuadrados de tela (unas 30 pulgadas cuadradas), el diseño de Réard se promocionó como "más pequeño que el bañador más pequeño del mundo". Y a propósito de los experimentos nucleares en el Atolón de Bikini, Réard encontró un nombre para el singular invento, llamándolo igual que el atolón.
Lo difícil era encontrar una modelo para lucir este Bikini. Al final, Réard contrató a la bailarina nudista del Casino de París, Micheline Bernardini, en ese entonces de 19 años. Ella estrenó el Bikini en un evento en la Piscina Molitor, una piscina popular parisina, un 5 de Julio de 1946. Y el fundamento tras el diseño de su creador es que este bañador de dos piezas permite a las mujeres lograr un mejor bronceado, al dejar mayor parte del cuerpo al descubierto.
En sus comienzos, el Bikini fue considerado inmoral, provocativo y hasta obsceno por las sociedades conservadoras. Incluso, las primeras chilenas en lucir orgullosas sus Bikinis aseguran que hasta los sacerdotes las amenazaban con la excomunión. Pese a esto, el Bikini no pasó inadvertido, convirtiéndose en un ícono de la moda. La fanaticada de la saga 007 recuerda el famoso Bikini blanco de Honey Ryder, el personaje de Ursula Andress en la película Dr. No de 1962. Ese mismo año, la revista Playboy mostró por primera vez a una modelo en Bikini. En 1964, la revista Sports Illustrated estrenó un Bikini en su portada, que lució la modelo Babette March, iniciando la tradición de "la modelo de la tapa", que aún sigue hasta ahora. También está el Bikini metálico de la Princesa Leia (Carrie Fisher) en El Regreso del Jedi (Star Wars: Episodio VI, 1983). Y los concursos de belleza también utilizan el Bikini como parte de su presentación, iniciándose en el Miss Mundo 1951.
Si bien el Bikini tiene muchas variantes en cuanto a la forma de ambas partes (por ejemplo, con sostén strapless, en triángulo o con barbas bajo las copas), hay otras variantes que comparten la raíz de Bikini. Está el Trikini, un bañador de dos piezas con un puente que une ambas (como el que lució Tonka Tomicic cuando fue Reina del Festival de Viña 2006); el Tankini, conjunto formado por una camiseta con pabilos y un Bikini convencional; el Monokini, sólo la parte inferior; el Seekini, Bikini transparente; y el Mankini, un bañador en V diseñado para varones (como el que lució Sacha Baron Cohen en la película Borat). En el mundo islámico, las mujeres sólo pueden ir a la playa con un Burkini (cruza entre Burka y Bikini), un traje que sólo deja visibles las manos, los pies y el rostro. Fuera de la raíz del término, está la Tanga, un Bikini que deja más piel al descubierto, especialmente las nalgas. Y en la lencería, también se le llama Bikini al calzón de corte más clásico, a diferencia de la pantaleta, el colaless y el cuadro.
Y no sólo para bañarse, modelar o tomar sol está el Bikini, también están las versiones deportivas. En el Volleyball en versión playera, las damas visten una indumentaria de dos piezas, una variante deportiva del Bikini, en la cual su parte superior es un peto, y la inferior es tipo calzón, casi como un hot-pants. En atletismo, es común ver variantes del Bikini en las carreras, en el el salto alto y en el salto con garrocha (disciplina que hizo famosa a la rusa Yelena Isinbayeva), similares a las del Beach-volley femenino. Y si bien esos diminutos trajes les favorecen a las deportistas para la aerodinámica de sus disciplinas, los reporteros gráficos y fotógrafos las ven como mujeres sexies, más que juzgar si son buenas deportistas o no. Es la queja que las voleibolistas de playa han expuesto hace un tiempo, pidiendo que se enfoquen más en su juego más que en sus cuerpos.
Por estos 65 años de popularidad, por el lucimiento por parte de las mujeres (y de algún hombre como Borat o el personaje Mankini del programa del canal E!, The Soup) y por convertirse en uno de los referentes de la moda, hacemos un Salud por el Bikini.
viernes, 8 de julio de 2011
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1 comentario:
Para musicalizar esta nota se pudo haber escogido entre "La Chica del Bikini Azul" (Luis Miguel) o "El Bikini a Lunares Amarillos", jaja.
A propósito del bikini y las moralinas que desataba en Chile, a comienzos de los 60´s pasó que la Arquidiócesis de Valparaíso amenazó con excomunión a toda joven católica que usara esta pieza de vestuario...pero no así la de San Antonio. Así que, bajo la moral católica, se podía usar bikini en Cartagena mas no en Reñaca.
Se agradece, claro está, el diseño y la popularidad del bikini. Aunque creo que una mujer guapa se ve bien con cualquier prenda. Eso...besos y Te Quiero Mucho, Musa Inspiradora.
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