Recuérdenlo Como a la Misma Felicidad (1945-2010)

Anduve estos días pensando en el primer tema con que actualizar la casa matriz en este inicio de década. Pero al ver los titulares de la edición central de 24 Horas, me enteré del deceso del cantante argentino Sandro. Horas antes había sido hospitalizado debido a un shock séptico que se le dio, a 45 días de su doble transplante de corazón y pulmones. A las 20:40 horas del 4 de Enero (día en que comienzo a escribir este post), Roberto Sánchez, el querido Sandro de América, dejó este mundo a los 64 años.

Un poco de historia sobre lo que ha sido el ídolo...

Un 19 de Agosto de 1945 nació Roberto Sánchez Ocampo, hijo único de Vicente Sánchez e Irma Nydia Ocampo, en la maternidad Sardá de Buenos Aires, pero se crió en la localidad de Valentín Alsina, Partido de Lanús, al sur del Gran Buenos Aires. Su abuelo paterno era húngaro de apellido Popadóupolos, quien al migrar a España adoptaría el apodo de Gitano. Según explicó el mismo cantante en una entrevista, sus padres quisieron bautizarlo Sandro, pero el registro civil tenía ese nombre en la lista de los inapropiados. Pero a pesar de llamarse Roberto, el cantante no se complicó a la hora de elegir su nombre artístico, el que tanto deseaban sus padres.

Desde muy niño, Sandro manifestó interés por la música, especialmente por Elvis Presley desde sus inicios en 1955-1957, a quien comenzaría a imitar en la escuela primaria. Años más tarde vería el show de su ídolo desde la primera fila del Boston Garden, y eso le traería inspiración para el acto de su escuela, un 9 de Julio de 1957, cuando hace su imitación de Elvis con la que se llevaría los aplausos del público. Esto le marcaría de por vida y lo llevaría a su vocación.

Su primera actuación con el nombre artístico Sandro fue en un local llamado Recreo Andrés, a comienzos de los 60's. Desde ahí comenzó siendo el pionero del rock argentino, con el grupo Los de Fuego, con el cual dio rienda suelta al rock and roll, al igual que sus frenéticos movimientos. Tras esto, fue adentrándose en el terreno de la canción pop y la balada, esa que interpretó con tanta pasión durante su trayectoria. A sus 50 años de carrera y 52 discos, sumémosle sus 16 películas, entre las que se encuentran Gitano y Operación Rosa Rosa. Y acompañando a este fenómeno, lo seguían fielmente sus Nenas (fans), dentro y fuera de Argentina, a cada concierto que daba.

Imprescindible resulta destacar el hecho de que Sandro fue el primer artista latino en cantar en el Madison Square Garden. Recibió en 2005 el Grammy Latino a la Trayectoria. MTV y la revista Rolling Stone consideraron su canción Tengo como la número 15 de las 100 mejores de la historia del rock argentino. Las ventas de sus álbumes se estiman entre 8 y 22 millones de discos. Todo un grande de la música argentina y latinoamericana, que ha sido digno de homenajes, entre ellos los covers a canciones como Dame Fuego (por Attaque 77), Tengo (por Divididos) y Así (por Javiera Parra y los Imposibles).

Justamente, el título de este post es en honor a uno de sus hits, Una Muchacha y Una Guitarra. En su letra, el Gitano pide "No quiero que me lloren cuando vaya a la eternidad/ quiero que me recuerden como a la misma felicidad". Y es así como esta servidora se propone recordar al querido Sandro de América, acompañado de esta presentación con la que cerró un Festival de Viña, con la canción aludida y Rosa Rosa. Así lo recordaremos, ahora que está en la eternidad. Hasta Siempre, Sandro.