sábado, 14 de febrero de 2009

Recuperando el Romanticismo Perdido

Hace más de una década, mientras cursaba Octavo Básico, me tocó leer un cuento llamado El Ruiseñor y la Rosa. A esa edad aún no comprendía esto, pero con los años supe interpretar la historia a través de ese cuento. Resumiendo el argumento, es más o menos así...

Un joven estudiante se acaba de enterar que una joven acomodada (léase condesa o algún título similar), va a dar un baile de salón junto al primer varón que le regale una rosa roja. El Estudiante quiere bailar con la doncella, pero en su jardín no hay rosas rojas, sólo un rosal blanco, uno amarillo y otro que no volvió a florecer (que antes era rojo). Escucha este drama un Ruiseñor que realmente le quiere conceder ese deseo, ¿pero cómo? Le pide ayuda a los rosales, consiguiendo sólo la aceptación del rosal sin flores. Éste le concede la ayuda al avecita, pero bajo una condición: que cante toda la noche con su pecho clavado en una espina del rosal, para que su sangre tiña de rojo la rosa que el estudiante desea. El sacrificio dura toda esa noche, hasta que la rosa se tiñó de un rojo intenso y el Ruiseñor cantó su última nota. De ahí, su pequeño cuerpo no dio más y cayó al suelo. El Estudiante toma la rosa, se la lleva a la jovencita, pero he ahí la desilusión: ella le acaba de decir que un Galán igual de acomodado la sacará a bailar, pero que en vez de una flor le traerá joyas muy caras y lujosas. Enfadado de la ingratitud que muestra la joven, el Estudiante lanza lejos la rosa y se encierra en su habitación a estudiar. Ya no quiere creer más en el amor.

El cuento puede tener más de una interpretación: ¿Habrá sido feliz la jovencita con el galán ricachón? ¿Se habrá burlado ella del pobre Estudiante que pensaba hacerla feliz con una rosa roja (onda "aaah, qué iluso")? ¿Importa más la honestidad o la simple fachada? Más allá de que exista un Ruiseñor dispuesto a entregar una rosa roja, un gesto de sencillez presente en el romanticismo.

Lo cierto es que esos tres personajes aún coexisten en la actualidad. Partamos por el personaje 1, el enamorado o enamorada (el Estudiante del cuento), que tiene ojos para una persona en especial. Suele suceder que esa otra persona no le toma en cuenta, porque ya encontró el amor en otro ser, al igual que en el cuento. Pero este personaje 1 puede seguir sufriendo por un amor no correspondido (o más de uno), resignarse a la soledad o tener esperanzas de que esta vez sí puede resultar.

El segundo personaje en escena es el objeto del amor (la Doncella), esa persona que es motivo de admiración por parte del antes mencionado. En el peor de los casos, no toma en cuenta al personaje 1, por varias razones: a) no lo quiere, b) no cree en lo espiritual, c) le parece poco fascinante esa persona, d) realmente busca otro interés o e) cualquier otro factor. En un plano más positivo, podría iniciar con el 1 una bella historia de amor (hasta donde les dure, nunca se sabe).

El tercer individuo en escena es quien abre la disyuntiva (el Galán). Se sabe una persona ganadora, hace alarde de su situación, pero no necesariamente le promete al personaje 2 el verdadero amor. Es más, hasta se puede ir con otra persona después de seducir al 2. En otro escenario, puede resultar una disputa entre el 1 y el 3 por el amor del segundo en escena, dando pie a una disyuntiva que terminará cuando el 2 tome una decisión.

Pero más allá de esos tres personajes, en el amor hay equívocos, segundas oportunidades, decisiones tajantes, indiferencia y búsqueda del real sentimiento, entre otros factores. Aunque este noble sentimiento al que hace mención esta fecha se ha desvirtuado por lo comercial e incluso por los estereotipados personajes de telenovelas, cuando existe real amor entre dos personas (sean novios/as, marido y mujer, parejas heterosexuales, gays o lesbianas), es una grata bendición. No es necesario que exista un 14 de Febrero para demostrar lo mucho que se quieren. Siempre habrá alguien dispuesto/a a agradecer la simpleza de un gesto amoroso, incluso una rosa roja, en este mundo.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay obras artísticas (cuentos, novelas, canciones o poemas) que forman parte de nuestros gustos por cuestiones más de forma o de contexto...pero una vez que crece nuestro arco de comprensión, vemos el fondo y nos enganchamos a menudo, haciendo nuestras esas historias.

No tengo claros recuerdos de haber leído ese cuento...pero al leerlo, me parece mirar hacia atrás. Muchas veces escuché pedidos de un amor sincero y lleno de sentimientos para, al poco rato, esas palabras ser rotas por los hechos de un interés material.

En estos tiempos rápidos y vertiginosos es fácil dejarnos llevar por la fachada de la primera impresión...es por eso que existe la preocupación de la buena pinta, el gimnasio, el solarium y todo eso. Pero aunque no es fácil, pocos imaginan lo que gratifica ver más allá de los sentidos, interpretar y hacer las ecuaciones del amor.

Ciertamente, el amor es un camino de rosas y espinas...pero nadie dice que es imposible de cruzarlo; y en términos futbolísticos, cuando marcaste un gol después de haber chocado buena parte del partido con una defensa férrea y un arquero inspirado, da para celebrarlo con todo...más si es en la Final, pero también en todos los partidos que se jueguen con el alma.

Y el cariño, si bien es positivo que existan fechas como el 14 de Febrero para renovar o recordar sentimientos, tiene que ser un punto de referencia de tantos en vez del único; existiendo Amor salido desde el corazón, todo es gratitud y afecto en crecimiento.

Saludos afectuosos para ti, Musa Inspiradora. Besos y abrazos.

Alex Valpo dijo...

Esta fecha, junto con el Día del Padre, de la Madre, del Niño, del Abuelo, del Perro, del Gato, el de la Secretaria, uff! (no sé si existe uno para las guaguas), son los mejores días para el comercio, en especial esta fecha que está en 2º lugar de importancia, detrás de la Pascua.

No hay que dejarse engañar y caer en el consumismo, sobre todo ahora que hay crisis económica el dinero no sobra y habrá que ser más creativo a la hora de expresar amor.

Que pase un lindo día!
(el texto lo imprimí para releerlo porque me perdí entre tantos números, jeje).
Saludos.

Anónimo dijo...

Quiero agradecerte por formar parte de los Colaboradores de Campaña y de los Asesores de Campaña gracias a tus aportes en el pasado mes de Enero. Saludos afectuosos, de corazón.

saqysay dijo...

Hoy en día, todo eso, ya no existe.
Tal vez sea otra forma de expresar sentimientos, algunos aparentan sentir amor.

Son fechas ideales, para generar consumo. No hay que esperar que sea un día "X" para expresar una palabra, una frase(que sé yo).


Saludos, Carrie!

Ric@rdo dijo...

Yo una vez regalé una rosa roja, pero la pescaron menos que no se qué.

Buen cuento, pobre Ruiseñor.... es tan triste !!!!BUAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!


Saludos!

Ricardo

PD: volví a escribir.
PD2: !!!BUAAAAAAAAAAA!!! pobre Ruiseñor...

JUACO dijo...

Ante todo,bonita historia.
Estoy totalmente de acuerdo contigo,cuando existe el amor no hacen falta San Valentines, ni nada que se le parezca. El amor es puro y sincero (el verdadero, claro).
Un saludo.

Anónimo dijo...

Hola! Llegué a tu blog gracias al Candidato.
Me quedaré leyendo un ratito...

Ruth L. Acosta dijo...

Hola Carrie...

Este hermoso cuento del que nos hablas, "El Ruiseñor y la Rosa" es uno de los tantos cuentos escritos por mi escritor favorito, El Gran Oscar Wilde... y tienes razón, lo podemos interpretar de mil formas, pero lo importante es no perder de vista que el personaje principal en esta historia es el AMOR...

Te mando saludos desde México, me gustó mucho tu espacio...