Hace poco, opiné en el blog de Simon Mazzet sobre un tema que alguien posteó, la música ambiental del Paseo Ahumada. Ese comment fue lo que me inspiró a escribir un artículo al respecto. Y es también porque como estudio en pleno Santiago Centro, me toca circular por varios paseos (Ahumada, Estado y Huérfanos) para llegar a destino (Huérfanos con San Antonio), teniendo que neutralizar esa siútica y uniformada música con mi MP3.
Para que se hagan una idea quienes no viven en Santiago Centro o no trabajan y/o estudian ahí, lanzo un listado de canciones al azar, de las que más tocan por los parlantes de ese entorno. Después, imagínense qué tal suenan estas canciones tan diversas en versiones instrumentales, como si fuera música de consulta dental.
-Another Brick in the Wall (Pink Floyd)
-Heart of Glass (Blondie)
-Pero Qué Necesidad, Querida y Noa Noa (Juan Gabriel)
-La Soledad (Laura Pausini)
-La Cosa Más Bella (Eros Ramazzotti)
-Children (Robert Miles, instrumental electrónico)
-Shiny Happy People (REM con Kate Pierson)
-Take My Breath Away (Berlin, canción de Top Gun)
-You Are Always on my Mind (en la versión de Pet Shop Boys)
-Girls Just Wanna Have Fun (Cyndi Lauper)
-La Isla Bonita (Madonna)
-Copacabana (Barry Manilow)
Sí, suena bien deschavetado juntar canciones de estilos tan diversos como electrónica, baladas románticas y todas las corrientes del rock. Pero como se trata de música ambiental, de ésa reinterpretada con mucho énfasis en las secciones de cuerdas, una batería que suena sintética (y a muy bajo volumen) y buenas dosis de cursilería, es posible uniformar esos estilos. Incluso si eso significa reemplazar la voz de Laura Pausini por una zampoña en el instrumental de La Soledad, o enfatizar las secciones de vientos y cuerdas en la versión orquestada de Another Brick in the Wall.
Si bien es cierto que esta música trata de neutralizar el ruido ambiente de los paseos donde están instalados los parlantes (en los muros exteriores, a la altura del entrepiso), las reacciones de la gente son 1. Molestia, o 2. No parece importarle. Como mi sala de estudio y de práctica quedan en la altura del entrepiso (o segundo piso), cuando adentro hay silencio, igual se oye la música del exterior, que sólo puede contrarrestarse con la radio de la sala y las ventanas semi cerradas.
Para finalizar, un par de opiniones leídas en algún The Clinic. Una decía que "la música ambiental es a la música lo que los libros de autoayuda son a la literatura". Y un lector se queja de que con esta música "se sentía como en el palacio de Lord Farquaad, de Shrek" (y hasta las prédicas de lo evangélicos le sonaban más amenas, decía). Saquen sus propias conclusiones.
PD: Personalmente, la versión orquestada ambiental de Another Brick in the Wall me suena a sacrilegio contra Pink Floyd.
viernes, 27 de junio de 2008
martes, 17 de junio de 2008
¿Importa Realmente No Tener Pareja?
Éste es un tema que hace rato que me dio la inquietud por tratarlo. Tiene relación con una pregunta que no es de mi agrado contestar, y especialmente si insisten con el tema: ¿Estás pololeando? No, respondo. Y si insisten, contrapregunto: ¿Importa realmente? La verdad, poco importa si en estos 26 años (y poco más de siete meses) de existencia mis experiencias sentimentales hayan sido nulas (y poco importa si me creen o no). Pero vamos al grano... ¿Desde cuándo se ha transformado en una inquietud colectiva el tener pareja? Aún no se ha determinado con claridad cuándo empezó a masificarse la costumbre de andar preguntando a cuánta persona se le acerque si tiene compañero/a sentimental (llámese novio/a, esposo/a o lo que sea). Y peor aún es en el caso de las mujeres que tienen amigos y no amigas. Nada peor que otras personas le anden presumiendo que son "amigos con ventaja".
Hay que asumir que no toda la gente anda con el tema de emparejarse, casarse, tener hijos/as y seguir una vida modelo que (a ratos) es mejor aceptada por la sociedad. La vida personal no pasa sólo por ligarse sentimentalmente a un hombre o mujer (más aún en el caso del sexo opuesto), sino por desarrollarse mejor como persona, siguiendo el camino que le mantenga ocupado/a para satisfacer sus inquietudes. Claro que hay personas emparejadas que se aferran a ese ideal y tratan de propagarlo a todo su círculo de conocidos/as como si fuera un dogma.
¿Y qué es lo que pasa, entonces? El tema de querer emparejarse terminó para muchas personas como un ideal que deberíamos seguir, desencadenado una especie de histeria colectiva. Uno de los factores que influye demasiado en esta ansia colectiva es la TV, especialmente con cada reality que aparece. Ya no hay de qué sorprenderse con tantos/as jóvenes que entran a cuánto casting haya para estos realities que te prometen encontrar a la pareja ideal. Los ejemplos van desde los de MTV (especialmente Next) hasta los de nuestra TV (sin duda, Amor Ciego). Y más que miedo al fracaso, son otros miedos los que se activan, desde el miedo a no ser aceptado/a por el sexo opuesto hasta el miedo a morir virgen. No pueden aceptar la realidad de gente que sacrificó su vida personal con tal de trabajar por su satisfacción personal, aunque hayan terminado solteros/as. Y cada pareja que ven es motivo de envidia para la gente que no puede enfrentar sola su vida.
Además hay gente que hiere susceptibilidades de tanto que hinchan con la pareja. No faltan los comentarios del tipo "uh, ese chico tan lindo y nunca le veo una pareja... ¿será gay?" o "esta niñita que nunca se casa, capaz que termine en un convento". Para peor, si pasas de los 30, no falta esa persona que te pregunta "ya pues, ¿cuándo es el matrimonio?". Y como si esto fuera poco, la amistad hombre-mujer es tratada sin respeto de parte de algunas personas entrometidas, calzándole preguntas tan odiosas como "¿son amigos con ventaja o no?". Sinceramente, pienso que la amistad es una relación tan noble entre personas, no importa si son del mismo sexo o del opuesto.
Para terminar... La pregunta de "¿estás pololeando?" es una de las que más evito (o trato de evitar), porque la vida de cada persona la trato con respeto. No es tema para mí. Así como tampoco me interesa dar demasiados detalles de mi vida personal, salvo si se trata de proyectos de vida (qué estudio, que aptitudes tengo, qué me gustaría lograr a futuro). Y tampoco me interesa que alguien me busque pareja, con mi familia y amigos me basta. Sola no estoy en este mundo.
PD: Quiero abrir el tema de discusión, como son varios hombres y mujeres que entran a comentar sus Realidades. ¿Les pasan preguntando si tienen pareja o no? ¿Es la misma realidad vista desde el lado masculino como del femenino? No busco defender la realidad de no tener pareja, sólo defiendo la idea de ser feliz sin importar la vida personal (o el estado civil).
Hay que asumir que no toda la gente anda con el tema de emparejarse, casarse, tener hijos/as y seguir una vida modelo que (a ratos) es mejor aceptada por la sociedad. La vida personal no pasa sólo por ligarse sentimentalmente a un hombre o mujer (más aún en el caso del sexo opuesto), sino por desarrollarse mejor como persona, siguiendo el camino que le mantenga ocupado/a para satisfacer sus inquietudes. Claro que hay personas emparejadas que se aferran a ese ideal y tratan de propagarlo a todo su círculo de conocidos/as como si fuera un dogma.
¿Y qué es lo que pasa, entonces? El tema de querer emparejarse terminó para muchas personas como un ideal que deberíamos seguir, desencadenado una especie de histeria colectiva. Uno de los factores que influye demasiado en esta ansia colectiva es la TV, especialmente con cada reality que aparece. Ya no hay de qué sorprenderse con tantos/as jóvenes que entran a cuánto casting haya para estos realities que te prometen encontrar a la pareja ideal. Los ejemplos van desde los de MTV (especialmente Next) hasta los de nuestra TV (sin duda, Amor Ciego). Y más que miedo al fracaso, son otros miedos los que se activan, desde el miedo a no ser aceptado/a por el sexo opuesto hasta el miedo a morir virgen. No pueden aceptar la realidad de gente que sacrificó su vida personal con tal de trabajar por su satisfacción personal, aunque hayan terminado solteros/as. Y cada pareja que ven es motivo de envidia para la gente que no puede enfrentar sola su vida.
Además hay gente que hiere susceptibilidades de tanto que hinchan con la pareja. No faltan los comentarios del tipo "uh, ese chico tan lindo y nunca le veo una pareja... ¿será gay?" o "esta niñita que nunca se casa, capaz que termine en un convento". Para peor, si pasas de los 30, no falta esa persona que te pregunta "ya pues, ¿cuándo es el matrimonio?". Y como si esto fuera poco, la amistad hombre-mujer es tratada sin respeto de parte de algunas personas entrometidas, calzándole preguntas tan odiosas como "¿son amigos con ventaja o no?". Sinceramente, pienso que la amistad es una relación tan noble entre personas, no importa si son del mismo sexo o del opuesto.
Para terminar... La pregunta de "¿estás pololeando?" es una de las que más evito (o trato de evitar), porque la vida de cada persona la trato con respeto. No es tema para mí. Así como tampoco me interesa dar demasiados detalles de mi vida personal, salvo si se trata de proyectos de vida (qué estudio, que aptitudes tengo, qué me gustaría lograr a futuro). Y tampoco me interesa que alguien me busque pareja, con mi familia y amigos me basta. Sola no estoy en este mundo.
PD: Quiero abrir el tema de discusión, como son varios hombres y mujeres que entran a comentar sus Realidades. ¿Les pasan preguntando si tienen pareja o no? ¿Es la misma realidad vista desde el lado masculino como del femenino? No busco defender la realidad de no tener pareja, sólo defiendo la idea de ser feliz sin importar la vida personal (o el estado civil).
jueves, 12 de junio de 2008
En el Nombre del Padre
Este 15 de Junio es el Día del Padre, fecha que no tiene la misma importancia de su homóloga sobre la madre en Mayo. ¿Por qué tal diferencia? Es el caso de mucha gente que no conoce a su padre (producto de un embarazo cuyo responsable corrió a perderse) teniendo que lidiar con una historia no resuelta sobre la paternidad. Para aquellas personas, el Día del Padre no tiene razón de ser.
Sobre el padre se tiene esa primera creencia de que es el jefe de familia, el proveedor, el responsable de una mitad de la herencia genética sobre sus hijos. Cierto. Pero en muchas familias la figura paterna está ausente, sea por fallecimiento, separación de la madre de sus hijos/as o lo que es también recurrente, desentenderse de un embarazo de su responsabilidad. Hay personas que tienen problemas hasta con la palabra "padre" o "papá" por la razón de no conocer a quien le dio parte de su herencia genética. Y es también la razón de usar sólo el apellido de la madre para sus documentos de identificación.
Cuando el padre biológico está ausente, en muy pocos casos la mujer encuentra al hombre que cumple con el rol paterno. De esta relación depende si los hijos/as lo ven como la pareja de mamá o como un buen padre. El buen modelo paterno es quien, junto a mamá, entrega valores, principios y amor incondicional a la descendencia que decidieron procrear o adoptar. Es el que se termina recordando como papá, papito, pá, apá o mi viejo querido.
Y si recordamos algunas de las primeras tareas que les mandan a los niños y niñas que ingresan al Jardín Infantil, una de ellas es el infaltable dibujo de la familia. No importa la cantidad de hermanos/as que tengan, lo que llama la atención a muchas parvularias es que falta uno de los padres en algunos casos. Obvio, los niños y niñas que no tienen papá no pueden mentir inventándole un hombre a mamá para sentirse aceptados/as en una sociedad que discrimina solapadamente a los hijos/as de madres solteras (sinceramente, ¿hay algo peor que la discriminación solapada? O se discrimina o se integra, nada de medias tintas). El tan solicitado dibujo en cuestión es una radiografía del entorno familiar en el cual se desarrolla el pequeño o pequeña.
Pero para quienes tienen a su padre como una de las personas importantes en su vida, este día no debiera ser la única oportunidad al año para compartir con él. Lo sabemos, es un día que el comercio aprovecha para estimular el consumismo (igual que el Día de la Madre, del Niño y otros tantos). Si realmente se quiere al padre, hay que demostrarlo (como corresponde, con hechos) todo el tiempo y no sólo este día.
Por último, vayan los saludos de quien escribe a todos los padres, incluyendo también a quienes acaban de serlo por primera vez y a quienes decidieron adoptar niños/as como si fueran sus hijos/as. A todos ellos, Feliz Día del Padre.
Sobre el padre se tiene esa primera creencia de que es el jefe de familia, el proveedor, el responsable de una mitad de la herencia genética sobre sus hijos. Cierto. Pero en muchas familias la figura paterna está ausente, sea por fallecimiento, separación de la madre de sus hijos/as o lo que es también recurrente, desentenderse de un embarazo de su responsabilidad. Hay personas que tienen problemas hasta con la palabra "padre" o "papá" por la razón de no conocer a quien le dio parte de su herencia genética. Y es también la razón de usar sólo el apellido de la madre para sus documentos de identificación.
Cuando el padre biológico está ausente, en muy pocos casos la mujer encuentra al hombre que cumple con el rol paterno. De esta relación depende si los hijos/as lo ven como la pareja de mamá o como un buen padre. El buen modelo paterno es quien, junto a mamá, entrega valores, principios y amor incondicional a la descendencia que decidieron procrear o adoptar. Es el que se termina recordando como papá, papito, pá, apá o mi viejo querido.
Y si recordamos algunas de las primeras tareas que les mandan a los niños y niñas que ingresan al Jardín Infantil, una de ellas es el infaltable dibujo de la familia. No importa la cantidad de hermanos/as que tengan, lo que llama la atención a muchas parvularias es que falta uno de los padres en algunos casos. Obvio, los niños y niñas que no tienen papá no pueden mentir inventándole un hombre a mamá para sentirse aceptados/as en una sociedad que discrimina solapadamente a los hijos/as de madres solteras (sinceramente, ¿hay algo peor que la discriminación solapada? O se discrimina o se integra, nada de medias tintas). El tan solicitado dibujo en cuestión es una radiografía del entorno familiar en el cual se desarrolla el pequeño o pequeña.
Pero para quienes tienen a su padre como una de las personas importantes en su vida, este día no debiera ser la única oportunidad al año para compartir con él. Lo sabemos, es un día que el comercio aprovecha para estimular el consumismo (igual que el Día de la Madre, del Niño y otros tantos). Si realmente se quiere al padre, hay que demostrarlo (como corresponde, con hechos) todo el tiempo y no sólo este día.
Por último, vayan los saludos de quien escribe a todos los padres, incluyendo también a quienes acaban de serlo por primera vez y a quienes decidieron adoptar niños/as como si fueran sus hijos/as. A todos ellos, Feliz Día del Padre.
martes, 3 de junio de 2008
Desclasificando a las Rubias Taradas
Hace algún tiempo, escribí sobre el Culto al Pelo Rubio, una institución de nuestra idiosincracia. Uno de los posteos hacía referencia a ese tema de Sumo que dice "La rubia tarada, bronceada, aburrida, me dice ¿por qué te pelaste?). Esa canción compuesta por Luca Prodán (precisamente llamada "La Rubia Tarada") hace referencia a un especímen que estigmatiza al total de gente de pelo claro, pero que no representa a toda la población. Es un tipo de mujer que no es digno de una buena conversación ni entrega un real aporte a algún área del conocimiento. Con ustedes, la Rubia Tarada.
Esta mujer quiere ser el centro de mesa donde haya mucha gente. Suele buscar la figuración en medios públicos, especialmente alrededor del cine y de la TV. Muy pocas veces se le ha visto con otro color de pelo que no sea rubio, seguramente porque le gusta seguir el estilo europeo. Puede o no tener la piel bronceada, los ojos claros (reales o lentes de contacto), cuerpo de Barbie a escala humana (muchas veces perfeccionado en el quirófano) y da lo mismo su edad, aunque se le ve entre los 18 y pasados los 40 años. La escala de rubios en su pelo varía entre el rubio claro dorado y el ultra-platinado, y puede ser un tono parejo o unas mechas de diferentes tonos. Su perfil psicológico es generalmente el de una mujer arribista, insegura, con cero iniciativa y que no resulta ser buena compañía para una buena conversación. Aunque puede tener algunos matices de estos factores o de otros.
Desde hace décadas que a este particular estereotipo se le intenta buscar un rostro conocido. En su momento, a Marilyn Monroe le calzaron el mote de Rubia Tarada, seguramente por sus detractores/as. Y la muñeca Barbie, aunque no pueda defenderse de las críticas, igualmente ha sido asociada a este grupo que mucha gente inventó por asociar la liviandad de sesera con el pelo rubio en versión femenina.
Pero Marilyn sólo fue una niña de pecho comparada con la actual oferta de Rubias Taradas. Del extranjero, está el caso de Paris Hilton, una heredera multimillonaria que canta sin ser cantante, actúa sin ser actriz y no tiene más talento que alimentar la prensa farandulera. Junto a Paris sale la ex-princesita del teen-pop, Britney Spears, que de clon post-noventero de Tiffany pasó a ser una reventada chica que de cantante no le queda nada. Y en un contexto más rockero, dentro de este saco sin fondo de las Dumb Blondes cabe Courtney Love, la ex-vocalista de la banda Hole que se hizo conocida por casarse con Kurt Cobain en el mejor momento de Nirvana. Y el caso de Courtney da para incluirla dentro del listado de las mujeres más odiadas del mundo del rock (junto con Heather Mills, la que se casó con Paul McCartney y le sacó mucho dinero hasta después del divorcio).
En Chile, las Rubias Taradas son una especie que amenaza con copar las pantallas. Ya en los 90's ubicamos a Patricia Larraín, Carla Ochoa o las gemelas Denisse y Daniella Campos. En esta década se hicieron famosas Belén Hidalgo, María Eugenia Larraín (odio llamarle Kenita) y Coté López, tres chicas que siguen la misma senda de las anteriores, siempre buscando alguien famoso y con mucho dinero para erigirse como estrellas de la farándula. Y ahora, un reality levantó de la nada a una soltera y arribista chica al estrellato. Su nombre: Carolina Bastías, alias Cari.
La gente rubia, especialmente las mujeres, se sentiría ofendida con las comparaciones entre sus personas y las Rubias Taradas que acabamos de mencionar. Obvio que la estupidez humana no distingue color de pelo, de ojos o apariencia física en general, así como tampoco distingue si la persona tiene o no buen billete (como las Adriana Barrientos y demás personajillos de TV). Conozco varias personas rubias y puedo asegurar que su nivel intelectual no tiene nada que ver con su color de pelo, sea natural o tinturado.
Sí, personalmente es una reverenda tontera que me sepa tantos nombres de Rubias Taradas (especialmente las chilenas). Pero es sólo un muestrario de esta subespecie que se convirtió en una institución humana. Un adjetivo compuesto que suena como insulto, especialmente a las rubias que prefieren cultivarse intelectualmente o pasar inadvertidas. Pero es a la vez un tipo de clasificación dentro de la sociedad.
Esta mujer quiere ser el centro de mesa donde haya mucha gente. Suele buscar la figuración en medios públicos, especialmente alrededor del cine y de la TV. Muy pocas veces se le ha visto con otro color de pelo que no sea rubio, seguramente porque le gusta seguir el estilo europeo. Puede o no tener la piel bronceada, los ojos claros (reales o lentes de contacto), cuerpo de Barbie a escala humana (muchas veces perfeccionado en el quirófano) y da lo mismo su edad, aunque se le ve entre los 18 y pasados los 40 años. La escala de rubios en su pelo varía entre el rubio claro dorado y el ultra-platinado, y puede ser un tono parejo o unas mechas de diferentes tonos. Su perfil psicológico es generalmente el de una mujer arribista, insegura, con cero iniciativa y que no resulta ser buena compañía para una buena conversación. Aunque puede tener algunos matices de estos factores o de otros.
Desde hace décadas que a este particular estereotipo se le intenta buscar un rostro conocido. En su momento, a Marilyn Monroe le calzaron el mote de Rubia Tarada, seguramente por sus detractores/as. Y la muñeca Barbie, aunque no pueda defenderse de las críticas, igualmente ha sido asociada a este grupo que mucha gente inventó por asociar la liviandad de sesera con el pelo rubio en versión femenina.
Pero Marilyn sólo fue una niña de pecho comparada con la actual oferta de Rubias Taradas. Del extranjero, está el caso de Paris Hilton, una heredera multimillonaria que canta sin ser cantante, actúa sin ser actriz y no tiene más talento que alimentar la prensa farandulera. Junto a Paris sale la ex-princesita del teen-pop, Britney Spears, que de clon post-noventero de Tiffany pasó a ser una reventada chica que de cantante no le queda nada. Y en un contexto más rockero, dentro de este saco sin fondo de las Dumb Blondes cabe Courtney Love, la ex-vocalista de la banda Hole que se hizo conocida por casarse con Kurt Cobain en el mejor momento de Nirvana. Y el caso de Courtney da para incluirla dentro del listado de las mujeres más odiadas del mundo del rock (junto con Heather Mills, la que se casó con Paul McCartney y le sacó mucho dinero hasta después del divorcio).
En Chile, las Rubias Taradas son una especie que amenaza con copar las pantallas. Ya en los 90's ubicamos a Patricia Larraín, Carla Ochoa o las gemelas Denisse y Daniella Campos. En esta década se hicieron famosas Belén Hidalgo, María Eugenia Larraín (odio llamarle Kenita) y Coté López, tres chicas que siguen la misma senda de las anteriores, siempre buscando alguien famoso y con mucho dinero para erigirse como estrellas de la farándula. Y ahora, un reality levantó de la nada a una soltera y arribista chica al estrellato. Su nombre: Carolina Bastías, alias Cari.
La gente rubia, especialmente las mujeres, se sentiría ofendida con las comparaciones entre sus personas y las Rubias Taradas que acabamos de mencionar. Obvio que la estupidez humana no distingue color de pelo, de ojos o apariencia física en general, así como tampoco distingue si la persona tiene o no buen billete (como las Adriana Barrientos y demás personajillos de TV). Conozco varias personas rubias y puedo asegurar que su nivel intelectual no tiene nada que ver con su color de pelo, sea natural o tinturado.
Sí, personalmente es una reverenda tontera que me sepa tantos nombres de Rubias Taradas (especialmente las chilenas). Pero es sólo un muestrario de esta subespecie que se convirtió en una institución humana. Un adjetivo compuesto que suena como insulto, especialmente a las rubias que prefieren cultivarse intelectualmente o pasar inadvertidas. Pero es a la vez un tipo de clasificación dentro de la sociedad.
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