domingo, 25 de mayo de 2008

Los Males que Riman con Anorexia

Como es de saber, la anorexia es un tema ya sabido por la mayoría de la gente. Así como hay sitios que le rinden culto al otro extremo (la obesidad), también hay un fuerte culto a este mal que deja en los huesos a quienes lo padecen, como queda demostrado en los sitios Pro-Ana (pro-anorexia) o Pro-Mia (pro-bulimia). Y cada vez se reduce más la edad en la que se inicia esta fuerte obsesión por tener una esbelta figura, basada en modelos como Kate Moss o Catalina Pulido (aunque es actriz). No es raro ver chicas menores de 16 que andan buscando en Internet la dieta infalible para bajar y bajar de peso, poniendo en riesgo su salud física y mental.

La obsesión que acabamos de detallar sacó una variante que muestra otra clase de culto al cuerpo. Sólo que en vez de buscar una delgada silueta, buscan un cuerpo musculoso y atlético. En lugar de restringirse con los alimentos, consumen anabólicos y basan su dieta en altas concentraciones de calorías, para después quemarlas con mucho, mucho ejercicio. Como si no bastara con la anorexia, a este mal se le dio el nombre de vigorexia. La población vigoréxica es en su mayoría masculina, así como hay más mujeres que hombres que sufren de anorexia. El modelo a seguir aparece muy seguido como figura publicitaria o actor muy preocupado de su musculatura, desde Jean-Claude Van Damme hasta los luchadores de la WWE.

Ya, tenemos la anorexia y la vigorexia. Pero no se queda así la tipología de los males que terminan con esas últimas cinco letras. Casi a comienzos de este siglo, apareció otra obsesión que en vez de rendirle culto al cuerpo le rinde culto a lo que comemos. La gente que la sufre busca alimentarse correctamente, a tal extremo de preferir alimentos no transgénicos con tal de cuidar su salud. Y es tan fuerte su obsesión que no disfrutan ni siquiera de un chocolate o un heladito. Quienes descubrieron este trastorno acuñaron el nombre de ortorexia, que quiere decir obsesión por alimentarse correctamente. A diferencia de los dos anteriores, no hay modelos a seguir. Pero sí se caracteriza por padecimientos físicos, como por ejemplo, un tono amarillento de la piel causado por una alimentación sólo consistente en zanahorias.

Tenemos así tres obsesiones detalladas. Y como aparecen tantos trastornos compulsivos, no faltan quienes inventan el nombre que le hace rima con anorexia, vigorexia y ortorexia. Hace poco se descubrió una variante del alcoholismo con nombre que suena a chacota, drunkorexia (en chilensis, tragorexia o copeterexia). Así como vamos, capaz que a la adicción a las drogas le hallen a su hermanita la drugorexia (o drogorexia). Y que a la gente que tiene más de un blog se les bautice como bloggeréxicos/as, como es el caso de quien escribe estas líneas (autodenominada bloggera compulsiva).

Da lo mismo si el nombre de la obsesión es respaldado por el cuerpo médico o sólo se trata de una chacota publicitaria. Sea como sea, el único factor común que tienen todas ellas es que se trata de un trastorno compulsivo, que domina la mente de quien lo padece.

3 comentarios:

Ric@rdo dijo...

Hola Carrie!!!

muy bueno tu "post" (como se llaman estas cosas? entradas o post?)

lo de la ortorexia lo leí en el diario hace algun tiempo... de hecho saqué ese recorte y lo dejé por ahí bien guardadito...

otra cosa que termine en "exia"???
bloggexia!!!!!
jajaja
somos bloggeros compulsivos...

no se me ocurre otra... mmm... bruxismo no mas se me ocurre....

ya, eso sería...

nos estamos leyendo sita carrie!

Ric@rdo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Pero es más el culto a la anorexia o a la bulimia que a la obesidad, Sita Carrie.

Recuerdo que, hace unas semanas, el Chino Ríos se anduvo molestando porque le preguntaron si andaba en la onda de la vigorexia; es que pocos se explicaban cómo es que mejoró de forma tan brusca su estado físico (no es que estuviera tan descuidado tampoco, pero habían diferencias).

¿Ortorexia? No, gracias...no puedo privarme de los placeres culpables en la alimentación, jeje. ¿Blogorexia? Es posible...pero en cierto sentido, es como tener ganas de conocer y de comunicarse; lo extremo sería quedarse pegado en el computador más de 24 horas.

Saludos cordiales.