martes, 6 de octubre de 2009

Toda la Voz, Toda

Recién ahora me reporto, entre tanta búsqueda de tema para actualizar. Pero un hecho priorizó mis inquietudes de seguir escribiendo en la casa matriz, casi dos días antes de despachar este escrito. El pasado Domingo 4 de Octubre, a las 5:15 A.M. (hora de Argentina), la cantautora Mercedes Sosa, la querida Negra, ha dejado de existir. Llevaba casi dos semanas hospitalizada debido a una complicada enfermedad que comprometió inicialmente sus riñones y que evolucionó negativamente a una falla cardiorrespiratoria. Tras ser inducida a un coma farmacológico el Viernes 2, su organismo se deterioró hasta su fallecimiento. Tenía 74 años.

Frente a esta gran voz de la música latinoamericana, no tengo más que rendirle respeto, además de sintetizar un poco de su historia. Nació como Haydée Mercedes Sosa un 9 de Julio de 1935 en San Miguel de Tucumán, el mismo día en que la República Argentina celebraba un aniversario de su independencia. Esta descendiente de diaguitas y franceses comenzó su carrera bajo el seudónimo de Gladys Osorio, y con sólo quince años (1950) ganó un concurso musical organizado por una radio local. Posteriormente, su casamiento con el músico Oscar Matus, en 1957, significaría para ella radicarse en Mendoza, tener dos hijos y comenzar una sociedad artística con el poeta y locutor Armando Tejada Gómez, lo que le daría trascendencia cultural y artística a su carrera.

Desde el primer disco, La Voz de la Zafra (1962), la querida Negra, como le llamaban cariñosamente, consagró un estilo reconocible, especialmente por su característico timbre de voz. Se asoció con el Movimiento del Nuevo Cancionero, se casó con el ya mencionado Armando Tejada Gómez (su segundo esposo) y llegó el momento de la consagración. Pero luego sucedieron hechos que cambiarían drásticamente su vida, como el Golpe de Estado en Chile, que motivó a la cantautora no tocar en nuestro país mientras siga la dictadura. El Golpe de Estado en Argentina no tardó en llegar (1976) y Mercedes, de ideas izquierdistas, soportó la represión y prohibición de sus discos hasta 1978, cuando fue detenida en pleno escenario. Esto gatilló su exilio en 1979 en París y después en Madrid, poco después del fallecimiento de su segundo marido Tejada Gómez. Durante todo el tiempo que estuvo censurada siguió componiendo y lanzando discos, como el homenaje a Atahualpa Yupanqui de 1977. Regresaría a su natal Argentina en 1982, ofreciendo recitales en el Teatro Ópera de Buenos Aires, que fueron a tablero vuelto. Y posteriormente llegaría su consagración internacional, presentándose en escenarios como el Carnegie Hall (donde fue ovacionada por 15 minutos), el Lincoln Center, el Teatro Colón de Buenos Aires y el Coliseo de Roma, entre otros.

Fueron más de cuatro décadas de vida artística, en las que destacaron éxitos como La Maza, Todo Cambia, Como la Cigarra, Duerme Negrito, Alfonsina y el Mar (dedicada a la poetisa argentina Alfonsina Storni) y una serie de covers, entre los que se encuentra la espléndida versión de Gracias a la Vida de Violeta Parra. Y esas canciones, junto a otras indispensables del repertorio de la Negra, fueron reversionadas en su disco de duetos llamado Cantora, donde comparte micrófono junto a voces como Pedro Aznar, Shakira, León Gieco, Charly García y Joan Manuel Serrat, entre otros.

Por su aporte musical, Mercedes Sosa fue a Argentina lo que Violeta Parra fue en Chile: la máxima expresión de la música folclórica a nivel latinoamericano. Como fue el deseo de la Negra, se ha cremado su cuerpo, y sus cenizas se repartieron en tres lugares queridos de la nación: Tucumán, Mendoza y Buenos Aires.

Ya han pasado décadas desde que Mercedes Sosa escribió Alfonsina y el Mar. Ahora la autora de esta zamba se ha encontrado en el Cielo con la poetisa que le inspiró la canción. Simplemente, Gracias, Negra.

(PD: Agradezco a Luis Alejandro, mi Caballero Andante, por darme el título adecuado para este post)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Los Salieris de Charly estamos de duelo...ya no cantaremos más en vivo con La Negra; nos queda el escucharla en sus memorables grabaciones así como hacemos con Víctor Jara.

Cómo olvidar su compromiso con la defensa de los Derechos Humanos y el repudio a los gobiernos autoritarios...hecho que fue reconocido por el público chileno muchas veces, partiendo por los dos años seguidos (1992 y 1993) que estuvo en el Festival de Viña del Mar.

La Negra le dio voz propia a canciones de otros...como Sólo Le Pido a Dios (de León Gieco) o el Gracias a la Vida de nuestra Violeta Parra. Por su estampa y consecuencia, no dudo en llamarla Mamá América.

¿Mi canción favorita? Alfonsina y el Mar...es darle una trascendencia a la persona más allá de su momento final; lo mismo sucederá con La Negra, cuya voz profunda y su gesto de agitar el pañuelo quedarán marcados por siempre en el inconsciente latinoamericano.

Hermoso homenaje, Musa...besos, Te Quiero Mucho.

verónicabas dijo...

Si, se nos fue La Negra, pensar que crecimos escuchandola y ayudandonos a tener mas conciencia del mundo, algo que muchos jovenes de ahora no tienen, ni conciencia, ni la oportunidad de que alguien respetable se las muestre.

Los 80's, a pesar de todo lo bilipendiados que estan musicalmente, nos dejaron en el ámbito popular folklorico latino grandes canciones y momentos historicos, ojala algun día ese espiritú vuelva y haya otra Mercedes para los nuevos jovenes.

Saludos Carrie!!!!!!