No es fácil hacer una crítica sin ser subjetiva, sin separar a la fan de la comentarista. Pero lo concreto es que al fin cumplí la promesa autoformulada de ver a Radiohead en vivo. Fue como lo dijo Simon Mazzet en un comment al post anterior, un espasmo de emociones. Ya recuperada de la impresión post-show, recopilo lo vivido ese Marzo 26. Desde la cancha de la Pista Atlética Mario Recordón (del Estadio Nacional) a la casa matriz, el reporte de CK...
Tras una larga y algo tensa espera (desde las 14:30 esperando que abrieran las puertas, ufff!), comenzó la previa con los chilenos Casino (tras la música electrónica que programaba el DJ), a eso de las 18 horas. Media hora fue suficiente para que la banda tocara un set que, obviamente, no dejó fuera "En tus Manos", la canción de la película Promedio Rojo. La reacción del público fue respetuosa pero sin mucha ovación.
Luego de un interludio de música electrónica envasada, tipo 19:10 sonó la voz robótica que dio la bienvenida al show de Kraftwerk. "The Man Machine" ("Die Mensch Maschine") abrió los fuegos para un set que sonó impecable, con temas como "Tour de France", "Autobahn", "Trans-Europe Express" y "Computer World", además de un juego de animaciones e imágenes en movimiento en las pantallas. Uno de los momentos estelares fueron las imágenes de divas de los años '40 proyectadas mientras sonaba "The Model" (que, reconozco, sonó casi tanto mejor que en estudio). Los cuatro alemanes jugaron bien su rol de robotizados personajes tras los sintetizadores, a pesar de los comentarios de que funcionarían mejor en un recinto cerrado (y ojalá de noche). Un poco más de una hora duró el show que dieron los padres de la electrónica, haciendo notar la impaciencia del público mientras tocaban las últimas canciones del set.
Y luego de un interludio de música reggae instrumental, la última de tantas esperas. Un poquito pasadas las 21 horas al fin apareció Radiohead, abriendo con "15 Step". El griterío de la gente al escuchar la voz de Thom Yorke era inevitable, claro que sí. El set se apoyó en un impresionante juego de luces, especialmente unos tubos fluorescentes instalados en vertical desde lo alto del escenario. Ahí se sucedieron "Airbag" y "There There", tras el cual hubo un tenso silencio. ¿Qué pasó? Problemas en los monitores provocaron el enfado del vocalista. Esto no puede funcionar así. Pero ya después de casi 10 minutos los de Oxford retomaron el vuelo con "All I Need".
El setlist estuvo bien cargado a los últimos cuatro álbumes, con especial atención a In Rainbows. Era inevitable el karaoke colectivo cuando sonaron "Airbag", "Karma Police" o "Paranoid Android", por mencionar las más coreadas. Del disco The Bends apenas apareció "Just", que entre las voces del público apenas se escucharon algunos problemas de sonido. Hubo mínimos puntos bajos con respecto a cómo sonaron los británicos, pero se notó que hicieron vibrar al público que por años los esperaba. Y en eso la voz de Thom Yorke no destiñó, llegando a su característico rango vocal sin problemas, además de que la banda sonó potente, quedando esto demostrado en las guitarras, la batería o elementos puntuales como el distorsionado bajo de "The National Anthem" o la guitarra acústica (en canciones como la ya mencionada "Karma Police").
Ya para el final del show, un momento estelar muy atractivo fue mientras tocaron "Everything in its Right Place", apoyado por un juego de luces que proyectaba las letras de la canción en los tubos fluorescentes. Y al final, la apuesta que se estuvo comentando hasta la previa: tocaron "Creep". Sí, es verdad que la banda no le haya tomado cariño últimamente a este hit de su debut Pablo Honey, pero fue la canción que se prestó para un emotivo cierre del concierto. Fue así como terminaron poco más de dos horas y 20 minutos de un intenso show (el primero de dos, aunque en realidad se fijó después que el del 27), que vino a saldar la deuda con la fantaticada chilena que los esperó por años.
Y en un plano más subjetivo, fue un espectáculo más que digno con el cual pude disfrutar por primera vez de una banda favorita internacional. A pesar de que no salieron bien las fotos que tomé y que a cada rato me empinara sobre mi metro 63 para intentar ver a los músicos, nada se compara con las emociones que me hizo sentir este concierto. Como ejemplo, nada se compara con haber cantado "Paranoid Android" (lindo recuerdo de adolescencia) a todo full entre la multitud. Y mi testimonio personal es sólo uno de los miles que Radiohead ha cultivado en la gente que los fue a ver.
PD: 1. Me ayudé con LyricWiki para los títulos de las canciones de Kraftwerk mencionadas (que apenas le conocí unas pocas), 2. Reconozco que los alemanes sonaron bien a pesar de tocar en un espacio abierto, y 3. Agradezco profundamente a Radiohead por existir.
domingo, 29 de marzo de 2009
viernes, 20 de marzo de 2009
La Previa al Esperado Concierto de Radiohead
No ha sido fácil actualizar con más frecuencia esta casa matriz, lo sé. Por mucho que piense en temas para renovar el archivo bloggero, hay uno que se me viene recurrentemente: la espera al concierto de Radiohead (el del 26). Seguro que mucha gente ya está superinformada del evento en cuestión, pero bueno, acá va mi testimonio...
Lo primero que detallé en el blog fue hace cuatro meses atrás, cuando ya había pasado una semana desde que se agotaron las entradas para el show de este 27 y se anunció una segunda fecha para el día anterior. Días después de ese post (dos, para ser precisos), me fui temprano a un local de venta y aseguré dos entradas al show del 26. Desde ahí empezó la espera que más ansiosa me ha tenido.
Ahora ha pasado una semana desde que el municipio de Las Condes (a última hora, casi) negó el permiso para que los de Oxford tocaran en el San Carlos de Apoquindo. ¿Razones? Por un lado, los reclamos de vecinos por los espectáculos realizados en este recinto; por otro, la fanaticada que encontró muy lejano el estadio de la UC para llegar ahí. Sea como sea, se facilitó la Pista Atlética del Estadio Nacional para acoger a quienes ya habían comprado su ticket y a quienes adquieren sus entradas con el nombre del nuevo recinto, dentro de una tirada adicional para completar las locaciones. Ahí se tomó bien en cuenta un punto: lo central de la ubicación, tomando en cuenta los requerimientos de los/as fans que viven en la Región Metropolitana. Y también cuentan los esfuerzos de quienes viajan desde fuera de la RM, hasta de los extremos norte y sur.
En estos días, estoy en la última cuenta regresiva (sonó muy Europe eso), la que me lleva al primer concierto internacional al que iré en mis 27 años. Con esto compenso la ausencia a tantos recitales, como The Killers el 2007 y Muse el 2008. Me prometí que si Radiohead venía a Chile, no me lo iba a perder por nada del mundo. Y ya me estoy mentalizando para cumplir la promesa, a ver a la banda que me acompañó por más de diez años en mi existencia. No quiero hacerme expectativas sobre las canciones que toquen, es más, manejo el dato de que Radiohead ha tocado más de 800 conciertos sin repetir el mismo playlist. Y esto da para varias apuestas por parte de los/as fans, como por ejemplo, "qué te apuesto que no van a tocar Creep". Por si acaso, espero aprenderme al menos un puñado de canciones por si tocan alguna que me sea inevitable cantar entre la multitud.
Ya me veo cuando suban al escenario Thom Yorke, Ed O'Brien, Phil Selway, Jonny Greenwood y Colin Greenwood. Ya me veo cuando los cinco de Oxford comiencen a tocar los primeros acordes. Y también me veo cuando termine el concierto, recupere energías y postee en esta casa matriz lo vivido ahí.
Lo primero que detallé en el blog fue hace cuatro meses atrás, cuando ya había pasado una semana desde que se agotaron las entradas para el show de este 27 y se anunció una segunda fecha para el día anterior. Días después de ese post (dos, para ser precisos), me fui temprano a un local de venta y aseguré dos entradas al show del 26. Desde ahí empezó la espera que más ansiosa me ha tenido.
Ahora ha pasado una semana desde que el municipio de Las Condes (a última hora, casi) negó el permiso para que los de Oxford tocaran en el San Carlos de Apoquindo. ¿Razones? Por un lado, los reclamos de vecinos por los espectáculos realizados en este recinto; por otro, la fanaticada que encontró muy lejano el estadio de la UC para llegar ahí. Sea como sea, se facilitó la Pista Atlética del Estadio Nacional para acoger a quienes ya habían comprado su ticket y a quienes adquieren sus entradas con el nombre del nuevo recinto, dentro de una tirada adicional para completar las locaciones. Ahí se tomó bien en cuenta un punto: lo central de la ubicación, tomando en cuenta los requerimientos de los/as fans que viven en la Región Metropolitana. Y también cuentan los esfuerzos de quienes viajan desde fuera de la RM, hasta de los extremos norte y sur.
En estos días, estoy en la última cuenta regresiva (sonó muy Europe eso), la que me lleva al primer concierto internacional al que iré en mis 27 años. Con esto compenso la ausencia a tantos recitales, como The Killers el 2007 y Muse el 2008. Me prometí que si Radiohead venía a Chile, no me lo iba a perder por nada del mundo. Y ya me estoy mentalizando para cumplir la promesa, a ver a la banda que me acompañó por más de diez años en mi existencia. No quiero hacerme expectativas sobre las canciones que toquen, es más, manejo el dato de que Radiohead ha tocado más de 800 conciertos sin repetir el mismo playlist. Y esto da para varias apuestas por parte de los/as fans, como por ejemplo, "qué te apuesto que no van a tocar Creep". Por si acaso, espero aprenderme al menos un puñado de canciones por si tocan alguna que me sea inevitable cantar entre la multitud.
Ya me veo cuando suban al escenario Thom Yorke, Ed O'Brien, Phil Selway, Jonny Greenwood y Colin Greenwood. Ya me veo cuando los cinco de Oxford comiencen a tocar los primeros acordes. Y también me veo cuando termine el concierto, recupere energías y postee en esta casa matriz lo vivido ahí.
lunes, 9 de marzo de 2009
El medio Siglo de una Famosa Muñeca
En Agosto del año pasado, Madonna cumplió sus 50 años. Este 9 de Marzo otra rubia estadounidense cumple su medio siglo. La salvedad es que, a diferencia de la Reina del Pop, el personaje de este post no es de carne y hueso. Es Barbie, considerada la primera muñeca de características adultas, reconocida como uno de los juguetes más famosos del mundo, junto a los blocks Lego.
La historia comenzó en 1959, cuando la empresaria Ruth Handler vio que su hija Barbara prefería jugar con muñecas de papel que parecían adultas, en vez de las infantiles que ya existían. En un viaje a Europa, algo llamó la atención de Ruth: una muñeca alemana (una sex-doll) de nombre Lilli, que en realidad era un obsequio de broma para varones. Apenas regresó a casa, rehizo el diseño de la muñeca y le presentó la idea a su esposo y co-fundador de la empresa Mattel, Elliot Handler. La empresa compra los derechos de Lilli y la muñeca adopta un cambio de imagen, un nuevo cuerpo y un nuevo nombre: Barbie. Es en honor a Barbara, la hija de Ruth. Según la historia, Barbara nació en Willows y fue al Willows High School siendo novia de Ken Carson desde 1961. Barbie es una abreviatura del nombre completo de tal muñeca, Barbara Millicent Roberts. Ya con todo listo, la muñeca es presentada en la American International Toy Fair, considerándose el 9 de Marzo de 1959 como su aniversario oficial.
El primer diseño de Barbie era simple: pelo rubio peinado a la usanza de la época y vestida con un traje de baño de una pieza con estampado de cebra. Y fue sólo el comienzo de la historia que Mattel escribió con la famosa rubia, que de ser inicialmente un juguete pasó a ser un ícono de la moda y, además, objeto de admiración entre miles de coleccionistas. Baste mencionar que han salido ediciones limitadas, sólo para coleccionistas, que se basan en películas, personajes de época o indumentarias de países. Tras ese modelo preliminar, salieron varios modelos de Barbie como princesa, con traje de baño, vestida a la moda o representando alguna profesión (enfermera, bailarina, cantante y muchas otras). Y no ha salido sola al mercado, pues aparece en sus colecciones junto a Ken (su novio por más de 40 años) y sus amigas de diferentes razas, afro-americana, latina y asiática.
Pero es también objeto de controversias, por su figura y los prejuicios asociados a la imagen plástica y superficial que supone ser. Se ha llegado a la conclusión de que si Barbie fuera una mujer de carne y hueso, tendría un metro 80 (aprox.) de altura, pies de un niño de seis años y sus medidas serían aproximadamente 100-40-95 (con esa combinación pecho-cintura-cadera, nadie puede, ni la top model más adicta a cultivar su figura). La acusan de incitar a la anorexia, metiéndola en el mismo saco de las modelos, las campañas publicitarias y hasta Olivia de Popeye (un personaje sin nada de curvas). ¿Recuerdan el video de Black Hole Sun de Soundgarden? Pues bien, esa perturbadora escena de una muñeca Barbie derritiéndose habrá significado mucho a sus detractores/as, y es recordada en la videografía del grunge.
Pese a los odios paridos y los fanatismos extremos, hay algo que a Barbie no se le puede cuestionar: sentó un precedente en la historia de las muñecas. Por mucho que las Bratz la hayan tratado de desterrar en el mercado (y con las MyScene de Mattel como su competencia), Barbie ha logrado estar vigente en sus cinco décadas de existencia, adaptándose a las modas del momento y complementando su aparición con productos asociados, desde películas (como Barbie Cascanueces) hasta artículos escolares. Dentro de su vigencia, la famosa muñeca también sufrió su metamorfosis, que modificó algunos aspectos hasta quedar como el actual modelo que ven, con su cintura esculpida (ya no es giratoria), sus ojos semirrasgados (sucesores de los "ojos de alien") y su cuello más corto, entre otros.
¿Y por qué a CK le dio por escribir sobre la muñeca Barbie? Aparte de ser por el aniversario número 50, es por dos razones: 1. El año 2008 pasé por alto el medio siglo de Lego (el juguete que realmente deseaba cuando niña) y con Barbie saldo la deuda de postear sobre el aniversario de juguetes famosos, y 2. Reconozco que Barbie fue parte de mi infancia, aunque años después le di las muñequitas a mi hermana de 11. Aunque sea amada por muchos/as y odiada por otros/as, la rubia muñeca y su medio siglo de existencia no debía pasarlo por alto.
La historia comenzó en 1959, cuando la empresaria Ruth Handler vio que su hija Barbara prefería jugar con muñecas de papel que parecían adultas, en vez de las infantiles que ya existían. En un viaje a Europa, algo llamó la atención de Ruth: una muñeca alemana (una sex-doll) de nombre Lilli, que en realidad era un obsequio de broma para varones. Apenas regresó a casa, rehizo el diseño de la muñeca y le presentó la idea a su esposo y co-fundador de la empresa Mattel, Elliot Handler. La empresa compra los derechos de Lilli y la muñeca adopta un cambio de imagen, un nuevo cuerpo y un nuevo nombre: Barbie. Es en honor a Barbara, la hija de Ruth. Según la historia, Barbara nació en Willows y fue al Willows High School siendo novia de Ken Carson desde 1961. Barbie es una abreviatura del nombre completo de tal muñeca, Barbara Millicent Roberts. Ya con todo listo, la muñeca es presentada en la American International Toy Fair, considerándose el 9 de Marzo de 1959 como su aniversario oficial.
El primer diseño de Barbie era simple: pelo rubio peinado a la usanza de la época y vestida con un traje de baño de una pieza con estampado de cebra. Y fue sólo el comienzo de la historia que Mattel escribió con la famosa rubia, que de ser inicialmente un juguete pasó a ser un ícono de la moda y, además, objeto de admiración entre miles de coleccionistas. Baste mencionar que han salido ediciones limitadas, sólo para coleccionistas, que se basan en películas, personajes de época o indumentarias de países. Tras ese modelo preliminar, salieron varios modelos de Barbie como princesa, con traje de baño, vestida a la moda o representando alguna profesión (enfermera, bailarina, cantante y muchas otras). Y no ha salido sola al mercado, pues aparece en sus colecciones junto a Ken (su novio por más de 40 años) y sus amigas de diferentes razas, afro-americana, latina y asiática.
Pero es también objeto de controversias, por su figura y los prejuicios asociados a la imagen plástica y superficial que supone ser. Se ha llegado a la conclusión de que si Barbie fuera una mujer de carne y hueso, tendría un metro 80 (aprox.) de altura, pies de un niño de seis años y sus medidas serían aproximadamente 100-40-95 (con esa combinación pecho-cintura-cadera, nadie puede, ni la top model más adicta a cultivar su figura). La acusan de incitar a la anorexia, metiéndola en el mismo saco de las modelos, las campañas publicitarias y hasta Olivia de Popeye (un personaje sin nada de curvas). ¿Recuerdan el video de Black Hole Sun de Soundgarden? Pues bien, esa perturbadora escena de una muñeca Barbie derritiéndose habrá significado mucho a sus detractores/as, y es recordada en la videografía del grunge.
Pese a los odios paridos y los fanatismos extremos, hay algo que a Barbie no se le puede cuestionar: sentó un precedente en la historia de las muñecas. Por mucho que las Bratz la hayan tratado de desterrar en el mercado (y con las MyScene de Mattel como su competencia), Barbie ha logrado estar vigente en sus cinco décadas de existencia, adaptándose a las modas del momento y complementando su aparición con productos asociados, desde películas (como Barbie Cascanueces) hasta artículos escolares. Dentro de su vigencia, la famosa muñeca también sufrió su metamorfosis, que modificó algunos aspectos hasta quedar como el actual modelo que ven, con su cintura esculpida (ya no es giratoria), sus ojos semirrasgados (sucesores de los "ojos de alien") y su cuello más corto, entre otros.
¿Y por qué a CK le dio por escribir sobre la muñeca Barbie? Aparte de ser por el aniversario número 50, es por dos razones: 1. El año 2008 pasé por alto el medio siglo de Lego (el juguete que realmente deseaba cuando niña) y con Barbie saldo la deuda de postear sobre el aniversario de juguetes famosos, y 2. Reconozco que Barbie fue parte de mi infancia, aunque años después le di las muñequitas a mi hermana de 11. Aunque sea amada por muchos/as y odiada por otros/as, la rubia muñeca y su medio siglo de existencia no debía pasarlo por alto.
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