¿Culto al ABC1?

No debe ser muy fácil imaginarse (para muchos/as) una sociedad sin tele... Es verdad que la TV le sirve a un sector de la población para distenderse después de su jornada de trabajo o estudio (aunque el resto prefiere otros medios)...
Pero hay cosas que son demasiado vistas dentro de lo que entrega este medio. Una de éstas tiene que ver con una realidad que no representa a toda la gente que ve tele. Una realidad construida a base de lujos y comodidades materiales que la gran mayoría no puede solventar...
Y por esta razón (y otras tantas) es que mucha gente prefiere otras alternativas a la tele.

El tema surgió a pito de una conversación que tuve hace tiempo con un amigo que le gusta ver teleseries y analizarlas. Entre los dos concluimos que se tratan temas muy repetidos en las producciones de áreas dramáticas (en la TV abierta, por cierto). Entre otras cosas, mi amigo me dice que no deberían ser los actores y las actrices quienes deben visitar locaciones menos pudientes (según dicen, para compenetrarse con sus personajes), sino que este trabajo deberían tomárselo los guionistas.
Y es cosa de fijarnos en las locaciones que escogen a la hora de filmar las teleseries: Las comunas que muestran un Santiago mucho más glamoroso, pudiente, casi compitiendo con New York (o alguna ciudad extranjera de ese nivel). Y a la hora de hacer producciones dramáticas relacionadas con clases menos pudientes, los resultados no son muy bien vistos por gran parte de la teleaudiencia (baste recordar lo que pasó con el Circo de las Montini... La misma gente de circo decía que la teleserie no los representa bien del todo, debido a que se sobreexageraba el lenguaje en el que se expresan).

Y no sólo pasa con las teleseries... En muchos medios se sobrevalora el lado glamoroso de la vida en la capital.

En fin... ¿Estamos hablando de un culto al ABC1? Queda claro.

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