Todos los años el mundo de la tecnología nos quiere ofrecer el nuevo juguete del momento. En su tiempo fue el teléfono celular (que aún sigue vigente y cada vez más actualizado con nuevos servicios y/o accesorios), en otra ocasión fue el notebook, luego aparececió la Palm, el MP3 Player, el iPod... Un listado que está condenado a no terminar, debido a los avances tecnológicos desarrollados en países industrializados (como Japón o los EE.UU.) que buscan sorprender a sus usuarios/as en todo el mundo, especialmente en el rubro del entretenimiento.
Pero no todos/as marchamos al ritmo de la actualización tecnológica. Sea por falta de dinero o por otras razones, aún hay gente que convive con aparatos tecnológicos que no son necesariamente el último grito de la moda.
Mi caso personal: Mi PC es del año 2000 (y sigue funcionando bien), mi celular es del mismo año (Nokia 5190, el clásico), no tengo TV de plasma, en mi casa hay tres teles de distintos años ('93, '97 y 2006, dos Panasonic y la última Sony); hay también ahí dos equipos de música (uno de ellos es un Sony Genezi y el otro es del '97); tengo una radio cassette para CD y MP3 y ando para todos lados con mi mini radio de bolsillo (una de la última tirada del modelito clásico Sony). No alcancé a tener un personal stereo para mí solita, ni mucho menos un discman. Aún no tengo notebook, ni MP3 Player, ni Pendrive, ni iPod, ni MP4, ni mucho menos una cámara digital. Aún no sé si quisiera tener uno de estos adminículos (el Pendrive o el MP3 Player puede ser). Y soy reacia a cambiar mi fiel celular Nokia 5190 del 2000 por otro que tenga navegador, cámara (de fotos y/o video), ringtones polifónicos, realtones y un interminable listado de sorpresas en constante actualización. ¿Obsoleta? Mi caso puede ser así, de no ser por mi radio cassette/CD/MP3...
Pero la actualización de los aparatos tecnológicos muchas veces no asegura cuánto van a durar. Hay casos de personas que cambiaron el celular por uno más moderno y al poco tiempo de uso les trajo problemas de funcionamiento. Es sólo un claro ejemplo de que la evolución tecnológica de las especies vive tiempos diametralmente opuestos a décadas pasadas, cuando se fabricaban artículos electrónicos que parecían predestinados a acompañar a sus usuarios/as por buena parte de sus vidas.
Estamos frente a un escenario donde conviven personas obsoletas y personas en constante actualización tecnológica. Hay distintas actitudes ante la evolución tecnológica de las especies: renovarse, mostrarse reacio/a a la actualización (incluso desconociendo todo cambio) o simplemente no inmutarse y disfrutar de esos adminículos que acompañan las vidas de algunas personas.
¿Cuál es su caso personal? Cuentan todo tipo de aparatos electrónicos (con o sin cable), incluso los/as que aún tienen tocadiscos o casseteras.
sábado, 24 de febrero de 2007
lunes, 19 de febrero de 2007
Festival de Viña y su Aporte en la Cultura Pop Chilena
En Chile no hay mucha cultura de festivales. Por mencionar los más importantes, están el del Huaso de Olmué, el de La Serena (cada vez más popular) y, por supuesto, el tan conocido Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar (o simplemente Festival de Viña). Este último es el que acapara mayor atención mediática y es, a su vez, un reducto de la cultura popular en las últimas décadas en el país.
Al comienzo, este evento le rindió honor a su nombre, en lo que respecta a competencia internacional entre canciones. Eran los tiempos de Alberto Plaza (uno de sus triunfadores), donde las canciones eran hechas con más dedicación y al menos aseguraban su trascendencia. Pero ahora, la situación de la competencia internacional es para el olvido. La pregunta del millón: ¿Quién recuerda la canción representativa de Chile en Viña 2006 (o de años anteriores, décadas de los 90's y 2000's)? Ojo, hablo de competencia internacional. Una competencia que se ha caracterizado por canciones olvidables, planas, repetitivas, muy enmarcadas en el formato balada pop (que tanto vende en Rojo Fama Contra Fama, radio FM Dos, teleseries chilenas y otros medios). Muy a diferencia de la competencia folclórica, que ha demostrado un poco más de talento, tanto en las primeras versiones (cuando era sólo chilena) como ahora, que es entre países latinoamericanos (y con Víctor Heredia sacando la cara por Argentina en varias ocasiones, como compositor).
Pero lo que más se comenta sobre el Festival son las anécdotas, tras bambalinas y en la misma Quinta Vergara. Hace más de 25 años fue el escandaloso vestido metálico de Raquel Argandoña. Esta década fue la del pasito de baile de Cecilia Bolocco, el topless de Luciana Salazar o el boicot a Tonka Tomicic (recién coronada como reina en Viña 2006) en la piscina del Hotel O'Higgins (supuestamente perpretado por Rocío Marengo). Es lo que da de comer a la prensa durante esta semana de Febrero, como todos los años.
Y lo otro que forma parte importante del Festival de Viña son los artistas invitados. En primeras ediciones del certamen, destacaron mucho Miguel Bosé, Julio Iglesias o el Puma Rodríguez. Y también brillaron Soda Stereo, Los Prisioneros, The Police (actuación muy recordada, por lo demás) y hasta Faith No More (una actuación de culto en este Festival). Eran los tiempos en que TVN era el canal que transmitía exclusivamente el evento, cuando Vodanovic era menos canoso que ahora, cuando se descubrió que Umberto Tozzi (el responsable del hit "Gloria") hizo playback, entre otras cosas. Lo peor empezó cuando Mega tomó los derechos de transmisión: mucho artista pop prefabricado proveniente de México (Thalía, Garibaldi, Patricia Manterola o Paulina Rubio) fue la tónica recurrente de esos años. Luego fue el Canal 13 (UCTV) el responsable de la transmisión, pero muy poquitos artistas han subido el nivel del certamen (aunque fuera un poquito). Ahora en Viña 2007 el panorama se arma con Los Bunkers, Lucybell (por tercera vez en el Festival), Los Tres y Kudai sacando la cara por Chile; además de Gustavo Cerati, Fito Páez, Tom Jones y los infaltables recocidos, como Ricky Martin o Bryan Adams (que no ha sacado un hit en más de una década). Un panorama no muy distinto con respecto a años anteriores, que incluyen los buenos artistas, los derechamente malos, los recocidos, los one-hit-wonders y uno que otro escandalito.
Y para terminar, una pregunta... ¿Qué requisitos hay que tener para ser jurado del Festival (especialmente de la competencia internacional)? Es, lejos, la pega menos valorada en el evento. Da lo mismo si la gente que forma parte del jurado sabe o no de música. Es la excusa para invitar a la modelito del momento (con más o menos silicona, eso es lo de menos) o al típico actor o actriz de la teleserie que se viene para Marzo (ocasión que Canal 13 ha sabido aprovechar bien).
Es el Festival de Viña, también conocido como Fomestival. Muchos/as tratan de ignorarlo, aunque igual no faltan los pelambres. Pero hay ocasiones en que vemos algún número interesante entre la parrilla y las copuchas festivaleras.
Todo esto, a pito de Viña 2007... ¿hay algo de este Festival que quisieran ver?
Al comienzo, este evento le rindió honor a su nombre, en lo que respecta a competencia internacional entre canciones. Eran los tiempos de Alberto Plaza (uno de sus triunfadores), donde las canciones eran hechas con más dedicación y al menos aseguraban su trascendencia. Pero ahora, la situación de la competencia internacional es para el olvido. La pregunta del millón: ¿Quién recuerda la canción representativa de Chile en Viña 2006 (o de años anteriores, décadas de los 90's y 2000's)? Ojo, hablo de competencia internacional. Una competencia que se ha caracterizado por canciones olvidables, planas, repetitivas, muy enmarcadas en el formato balada pop (que tanto vende en Rojo Fama Contra Fama, radio FM Dos, teleseries chilenas y otros medios). Muy a diferencia de la competencia folclórica, que ha demostrado un poco más de talento, tanto en las primeras versiones (cuando era sólo chilena) como ahora, que es entre países latinoamericanos (y con Víctor Heredia sacando la cara por Argentina en varias ocasiones, como compositor).
Pero lo que más se comenta sobre el Festival son las anécdotas, tras bambalinas y en la misma Quinta Vergara. Hace más de 25 años fue el escandaloso vestido metálico de Raquel Argandoña. Esta década fue la del pasito de baile de Cecilia Bolocco, el topless de Luciana Salazar o el boicot a Tonka Tomicic (recién coronada como reina en Viña 2006) en la piscina del Hotel O'Higgins (supuestamente perpretado por Rocío Marengo). Es lo que da de comer a la prensa durante esta semana de Febrero, como todos los años.
Y lo otro que forma parte importante del Festival de Viña son los artistas invitados. En primeras ediciones del certamen, destacaron mucho Miguel Bosé, Julio Iglesias o el Puma Rodríguez. Y también brillaron Soda Stereo, Los Prisioneros, The Police (actuación muy recordada, por lo demás) y hasta Faith No More (una actuación de culto en este Festival). Eran los tiempos en que TVN era el canal que transmitía exclusivamente el evento, cuando Vodanovic era menos canoso que ahora, cuando se descubrió que Umberto Tozzi (el responsable del hit "Gloria") hizo playback, entre otras cosas. Lo peor empezó cuando Mega tomó los derechos de transmisión: mucho artista pop prefabricado proveniente de México (Thalía, Garibaldi, Patricia Manterola o Paulina Rubio) fue la tónica recurrente de esos años. Luego fue el Canal 13 (UCTV) el responsable de la transmisión, pero muy poquitos artistas han subido el nivel del certamen (aunque fuera un poquito). Ahora en Viña 2007 el panorama se arma con Los Bunkers, Lucybell (por tercera vez en el Festival), Los Tres y Kudai sacando la cara por Chile; además de Gustavo Cerati, Fito Páez, Tom Jones y los infaltables recocidos, como Ricky Martin o Bryan Adams (que no ha sacado un hit en más de una década). Un panorama no muy distinto con respecto a años anteriores, que incluyen los buenos artistas, los derechamente malos, los recocidos, los one-hit-wonders y uno que otro escandalito.
Y para terminar, una pregunta... ¿Qué requisitos hay que tener para ser jurado del Festival (especialmente de la competencia internacional)? Es, lejos, la pega menos valorada en el evento. Da lo mismo si la gente que forma parte del jurado sabe o no de música. Es la excusa para invitar a la modelito del momento (con más o menos silicona, eso es lo de menos) o al típico actor o actriz de la teleserie que se viene para Marzo (ocasión que Canal 13 ha sabido aprovechar bien).
Es el Festival de Viña, también conocido como Fomestival. Muchos/as tratan de ignorarlo, aunque igual no faltan los pelambres. Pero hay ocasiones en que vemos algún número interesante entre la parrilla y las copuchas festivaleras.
Todo esto, a pito de Viña 2007... ¿hay algo de este Festival que quisieran ver?
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